El primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, tachó hoy de "un cóctel muy asqueroso, compuesto en un 80 por ciento por la política" la investigación internacional sobre el dopaje en Rusia, que ha dejado al equipo ruso fuera de los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro."Una serie de Estados y su elite político-deportiva buscaban al tradicional enemigo y lo volvieron a encontrar", escribió Medvédev en el Facebook después de que el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) respaldara hoy la decisión del Comité Paralímpico Internacional (CPI) de expulsar a Rusia de los Juegos Paralímpicos.
El jefe del Gobierno ruso aludió a Estados Unidos como el principal interesado en perjudicar a Rusia en este asunto y lamentó que algunos organismos internacionales "estén paralizados" por el miedo a Washington y por la justicia que aplica ese país incluso fuera de sus fronteras.
"Las federaciones deportivas internacionales están impresionadas por el caso FIFA y temen a la justicia transnacional estadounidense. Algunos están paralizados. Por eso en unos países el dopaje lo encuentran enseguida, mientras que en otros no lo hacen nunca", se quejó.
El CPI decidió el pasado 7 de agosto excluir al Comité Paralímpico Ruso (CPR) de los Juegos de Río y de todo el movimiento paralímpico por su "aparente incapacidad para cumplir con el Código Antidopaje del CPI y el Código Mundial Antidopaje", a raíz del supuesto dopaje de Estado recogido en el informe McLaren encargado por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA)
El organismo internacional de arbitraje resolvió que el CPI "no violó ninguna norma de procedimiento durante el proceso" de suspensión del CPR y que "la decisión fue tomada de acuerdo con las reglas del CPI y es proporcional a las circunstancias".
El presidente del CPI, Philip Craven, cifró en 44 a los deportistas paralímpicos rusos cuyas pruebas antidopaje fueron manipuladas durante los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi en 2014, según el informe McLaren.