El nuevo presidente de Brasil, Michel Temer, fue abucheado en diferentes momentos, en algunos hasta por un minuto, durante la ceremonia de apertura de los Juegos Paralímpicos de 2016 en Río de Janeiro, inaugurados este miércoles y que se disputarán hasta el próximo 18 de septiembre.Los gritos "Fuera Temer", que identifican a los defensores de Dilma Rousseff, la jefe de Estado destituida por el Senado hace una semana por supuestas irregularidades en las cuentas públicas, fueron escuchados en el legendario estadio Maracaná incluso antes del comienzo de la ceremonia inaugural de los Juegos Paralímpicos.
La destitución de Rousseff, que acusa a Temer de "golpista", ha sido seguida por varias manifestaciones en diferentes ciudades, aunque no muy multitudinarias, en que los seguidores del ahora opositor Partido de los Trabajadores (PT) piden la salida de Temer y la convocatoria de nuevas elecciones presidenciales.
Tras los gritos de protesta antes del inicio de la ceremonia, el mandatario fue nuevamente abucheado cuando el presidente del Comité Organizador Río 2016, Carlos Arthur Nuzman, agradeció el apoyo del Gobierno federal de Brasil en la organización de los Juegos Paralímpicos y de nuevo cuando Temer fue invitado a declarar abierto el evento.
Nuzman tuvo que permanecer en silencio casi durante un minuto por los fuertes abucheos y los gritos de "Fuera Temer" que rivalizaban por sonar más alto que los aplausos al gobernante.
Temer, en medio de un sonoro abucheo, declaró "abiertos los Juegos Panamericanos Río 2016" antes de volver rápidamente a su silla y de que las luces del estadio se apagaran para preparar una nueva atracción de la ceremonia.
En el estadio también fue visible en algunos momentos entre el público una enorme pancarta defendiendo la renuncia de Temer.
Por error del Comité Organizador, la guía distribuida para que los periodistas pudieran seguir las diferentes atracciones de la ceremonia inaugural identificaba a Temer aún como el presidente interino de Brasil.
Temer, que acudió al estadio acompañado de su esposa, Marcela, una joven exmodelo a la que dobla la edad, también fue abucheado en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos Río 2016, el 5 de agosto pasado, a la que acudió como presidente en ejercicio debido a que en esos días Rousseff estaba separada del cargo temporalmente pero aún no destituida.
El entonces presidente en ejercicio de Brasil prefirió no acudir a la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos para evitar un nuevo abucheo a pocos días de la sesión en que el Senado votaría la destitución de Rousseff y el Gobierno aclaró que el protocolo no prevé la presencia del jefe de Estado en ese acto.
Pocas horas antes de la apertura de los Juegos Paralímpicos, el presidente y la primera dama también tuvieron que escuchar aplausos y abucheos al mismo tiempo durante el tradicional Desfile del Día de la Independencia de Brasil, conmemorado este miércoles.
Los partidarios de Rousseff intentaron convertir la conmemoración patriótica en una jornada de protestas en varias ciudades del país, pero las manifestaciones solo fueron relevantes en Sao Paulo, la mayor ciudad del país.