El presidente de EEUU, Barack Obama, rindió hoy homenaje en la Casa Blanca a los familiares de 18 deportistas afroamericanos que compitieron en los Juegos Olímpicos de 1936 y que entonces no fueron reconocidos debido a su raza, y también a los atletas que defendieron el "Poder Negro" en 1968.Owens ganó cuatro medallas de oro en los Juegos Olímpicos de 1936, una gesta que indignó al ministro de Propaganda nazi, Josef Goebbels, quien escribió en su diario que era una vergüenza para la raza blanca haber sido derrotada por un negro.
Pero el atleta llegó a decir que Adolf Hitler lo había tratado mejor que el presidente de Estados Unidos, Franklin Delano Roosevelt, quien ni siquiera le mandó un telegrama por su victoria, y lamentó que, para asistir a un banquete en honor de los deportistas, tuvo que utilizar el ascensor de la servidumbre.
Ochenta años después, Obama trató de corregir ese error histórico derivado de la segregación racial, al invitar a los familiares de Owens y otros 17 deportistas negros que compitieron en 1936 a la ceremonia que celebró en la Casa Blanca en honor del equipo olímpico y paralímpico de Estados Unidos en los Juegos de Río de Janeiro.
"En la Alemania nazi y bajo la mirada de Adolf Hitler, Jesse (Owens) y otros atletas afroamericanos plantaron cara a las nociones de la superioridad racial, las machacaron, y les enseñaron un par de cosas sobre la democracia y el carácter estadounidense", aseguró Obama.
"Así que estamos orgullosos de tener aquí a sus familias hoy. Queremos darles reconocimiento", agregó el mandatario.
A la ceremonia también asistieron los atletas Tommie Smith y John Carlos, que en los Juegos Olímpicos de 1968 inclinaron la cabeza hacia el suelo y levantaron un puño con un guante negro cuando sonaba el himno de Estados Unidos, como saludo del movimiento "Poder Negro" que reivindicaba el fin de la segregación racial.
"Su poderosa protesta silenciosa en los Juegos Olímpicos de 1968 fue controvertida, pero despertó a la gente y creó mayores oportunidades para los (atletas) que vinieron después", aseguró Obama.
También destacó los éxitos de los atletas olímpicos y paralímpicos que compitieron en Río de Janeiro, y les aseguró que sus hazañas "inspiran" a muchos a "ser los mejores en lo que hacen".
"No hay ningún niño en Estados Unidos que no pueda mirar nuestro equipo Olímpico y verse reflejado en alguna parte", afirmó Obama al destacar la diversidad del equipo que logró el mejor palmarés en los Juegos celebrados en agosto en Río de Janeiro.
Destacó, por ejemplo, a la sablista Ibtihaj Muhammad, que "se convirtió en la primera mujer estadounidense en competir en los Juegos Olímpicos con un hiyab" (velo islámico que cubre los cabellos, las orejas y el cuello).
También opinó que la victoria olímpica estadounidense en Río "perteneció a las mujeres", porque había "más mujeres compitiendo en este equipo que en ningún otro de la historia".
En ese sentido, destacó los múltiples triunfos de la nadadora Katie Ledecky y de la gimnasta Simone Biles, además de reconocer a la primera afroamericana en ganar un oro en natación, Simone Manuel, y a la primera mujer del mundo en ganar una medalla individual en seis Juegos Olímpicos consecutivos, la tiradora Kim Rhode.