El COI celebra este sábado en Lausana (Suiza) una Cumbre Olímpica sobre dopaje, reservada solo a veinte participantes, a pocas horas de retirar una medalla a la atleta rusa Anna Chicherova y en pleno enfrentamiento con la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) y sus principales socias.La organización que reúne a las agencias nacionales más importantes del mundo (iNADO), entre ellas la española AEPSAD, ha hecho público un comunicado en el que asegura que el COI "perdió la batalla antidopaje en Río, incluso antes de que los Juegos comenzasen".
Alude así al punto que puso fin este verano al tradicional buen entendimiento entre el COI y la AMA: la negativa del organismo olímpico a excluir de los Juegos a todo el equipo ruso, como pedía la Agencia a la vista del informe McLaren, encargado por la AMA y que concluía que en Rusia se practica dopaje de estado.
Según iNADO, esta decisión fue una traición "a los deportistas limpios de todo el mundo".
"Los Juegos de este año serán recordados por la participación de deportistas al servicio de un sistema ruso que corrompió el deporte limpio", afirma su comunicado.
Miembros del COI han recordado en las últimas semanas que el laboratorio de los Juegos de Invierno de Sochi 2014, en el que presuntamente se manipularon muestras de dopaje para ocultar positivos, había recibido el visto bueno de la AMA, pese a que ya había denuncias al respecto.
El COI convoca la Cumbre Olímpica para estudiar "una revisión del sistema antidopaje de la AMA" y "sentar los principios de un sistema antidopaje más fuerte, más eficaz y más independiente".
Para este misión, el COI cuenta con su presidente, el alemán Thomas Bach, y sus cuatro vicepresidentes, el australiano John Coates, el chino Zaiqing Yu, el español Juan Antonio Samaranch y el turco Ugur Erdener; con los representantes en el COI de federaciones, comités nacionales y deportistas; con los presidentes de los comités de Estados Unidos, Rusia y China y los de seis federaciones (fútbol, atletismo, natación, gimnasia, esquí y bobsleigh); el del comité paralímpico y, lógicamente, el de la AMA, el británico Craig Reedie, también miembro del COI y en un difícil papel en esta polémica.
Uno de sus predecesores al frente de la AMA, el canadiense Dick Pound, asimismo miembro del organismo olímpico, ha expresado sus dudas sobre la validez de la Cumbre, dada la nómina de participantes, a los que se ha referido como "los sospechosos habituales".
Según iNADO, lo que debe hacer el COI en la reunión del sábado es "dejar de atacar a la AMA", liderar "un cambio cultural en Rusia" para que sus dirigentes no interpreten la polémica como un asunto político, reforzar la independencia de la Agencia, "animar a los soplones, no castigarlos", y restaurar la confianza en las decisiones que toman los organismos deportivos, "incluido" el propio COI.
Mientras tanto, la AMA encara la cita obligada a reforzar la seguridad de su sistema informático, después de ser víctima de un ataque de piratas rusos que han desvelado datos sobre atletas que disponen de exenciones terapéuticas. La Agencia está empeñada en demostrar la alta exigencia del proceso para la concesión de éstas.
Además de investigar cómo pudo producirse el ciberataque, la AMA lleva días haciendo públicas nuevas iniciativas como el último acuerdo con Interpol contra el tráfico de sustancias dopantes, con nueva lista ya publicada para entrar en vigor en 2017, en una especie de justificación de su cometido y su propia existencia.
Al contrario que las asambleas generales de COI, cuyos debates son abiertos, la Cumbre Olímpica se celebrará a puerta cerrada. A su conclusión, Thomas Bach ofrecerá una teleconferencia de prensa para explicar las decisiones tomadas.