Los Juegos Olímpicos tienen la llave maestra que permite a una firma de "patrocinio acotado" transformarse en otra de "patrocinio global", y son a la vez el mayor acontecimiento al que puede hacer frente una empresa de gestión de datos, expusieron este miércoles responsables de Bridgestone y Atos, colaboradoras del COI.Luis Miguel Álvarez, director de márketing de Bridgestone España, y Patrick Adiba, vicepresidente ejecutivo de Atos, explicaron las distintas relaciones de sus empresas con el movimiento olímpico -recién estrenada en el primer caso, iniciada en 1992 en el segundo- durante la jornada 'De Río 2016 a Tokio 2020' desarrollada en al COE.
El presidente de este organismo, Alejandro Blanco, y el secretario de Estado para el Deporte, José Ramón Lete, se encargaron de la apertura y el cierre de los debates.
Luis Miguel Álvarez se refirió a cómo Bridgestone se dio cuenta de que su patrocinio identificado solo con el mundo del motor le impedía llegar a amplios sectores de público.
La empresa japonesa, fabricante número uno mundial de neumáticos (es el 85 % de su actividad; el otro 15 % son los derivados del caucho, desde tablas de surf a juntas de dilatación para zonas de seísmo), sintió el deseo de "conectar más con el consumidor final" y entendió que "los Juegos Olímpicos eran el patrocinio global".
Firmó un acuerdo con el COI que se prolongará desde 2017 a 2024, pero ya en 2016 hizo "pruebas" en cuatro países, uno de ellos España mediante la plataforma piloto "Persigue tu sueño, supera los obstáculos".
"Un patrocinio único y diferencial, basado en un vínculo emocional, que genere contenidos y que sea de activación continua, no solo durante los Juegos", serás las bases de su proyecto, explicó el responsable de mercadotecnia.
Lidia Valentín, Sergio Rodríguez y Javier Gómez Noya fueron los tres deportistas elegidos para lanzar la primera campaña 'olímpica' de Bridgestone, por estar "asociados a la superación de obstáculos".
Para "bajar esto a tierra" y alcanzar a sus clientes, diseñó una estrategia basada en la activación en redes sociales, el patrocinio de una federación de un deporte emblemático en los Juegos (atletismo), el trabajo con el deporte base y los actos en la calle.
Atos, responsable de los servicios tecnológicos e informáticos de los Juegos y con sede operativa en España (Madrid y Barcelona), factura 12.000 millones de euros al año y tiene 100.000 empleados en 72 países, expuso Adiba, vicepresidente ejecutivo.
Su misión, dijo, no es tanto facilitar los resultados y la tecnología de los Juegos, sino "ayudar a los clientes a gestionar sus propios datos".
Como ejemplo de algunas de sus funciones en los pasados Juegos de Río, Adiba citó que cursaron 300.000 acreditaciones, "lo que equivale a haber emitido 300.000 pasaportes, porque tienen valor de visado", y organizaron la vida y el trabajo de los 50.000 voluntarios.
"Si los Juegos de Barcelona'92 fueron los primeros en los que se utilizó el PC y los de Pekín los del estreno del 'smartphone', los de Río fueron los primeros gestionados desde la nube", apuntó.
Atos trabaja desde 2002 "sobre el riesgo de ciberterrorisimo".
"Protegemos los datos de los Juegos. En Río hubo más de 500 millones de incidencias. No ataques, cosas no normales. 400 por segundo. El doble que en Londres. 400 de ellas hubieran podido tener un impacto serio y 20 hubieran podido parar los Juegos", aseguró.
La tecnología se lleva, dijo, el 20 % del presupuesto operativo de los Juegos, entre 400 y 500 millones de euros
"Para nosotros, el porcentaje posible de fallos es cero. Por eso todos los sistemas están duplicados. La complejidad es diez veces mayor que en una Copa del Mundo, por ejemplo", indicó Adiba.
Los Juegos de invierno son más difíciles de cubrir tecnológicamente que los de verano, por la orografía y el clima, y los deportes al aire libre más complejos que los que se desarrollan bajo techo.
Tokio 2020 serán "los Juegos más avanzados a nivel tecnológico y en redes sociales". El reto es que el espectador no solo pueda seguir los Juegos desde sus dispositivos móviles, sino que también sea capaz de interactuar y simular, por ejemplo, qué dirección tomaría si estuviera en una embarcación participante en una regata de vela.
El equipo de Atos está allí en Tokio desde el pasado noviembre.
El presidente del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco, repasó la importancia vital que las empresas de tecnología y de patrocinio tienen para los Juegos y para los deportistas que participan en ellos.
También señaló que las experiencias de Bridgestone y de Atos en España, junto con la ubicación en Madrid del nuevo canal olímpico de televisión, alimentan la idea de que a esta ciudad "solo le falta organizar unos Juegos" y deseó que algún día sea posible, tras los tres últimos intentos.
Blanco comentó que "en este momento se juntan en España deportistas, clubes y federaciones extraordinarios".
"El futuro solo se entiende si las empresas ven que el deporte les da la mejor imagen posible. En el camino solo hay trabajo, esfuerzo y valores", destacó.
José Ramón Lete dijo que los resultados de Río 2016 demostraron que "el dinero no lo es todo y los deportistas son capaces de superar las crisis".
"Pero estamos en Tokio ya. Un mensaje de tranquilidad para todos, incluidos los patrocinadores: vamos a seguir con el plan ADO y ADOP. El deporte es una inversión segura", indicó el presidente del CSD.
Lete subrayó que las empresas hoy presentes en los debates tienen, como los deportistas, la meta de "la mejora continua".
En la jornada también participaron Lourdes Mohedano y Artemi Gavezou, del conjunto de gimnasia rítmica que se proclamó subcampeón olímpico.
"Al ser la gimnasia un deporte que está más a la sombra que otros, los patrocinadores son más necesarios. Gracias a ellos podemos salir a competir internacionalmente, comprar los maillots... prácticamente todo", dijo Mohedano.