Se puede querer a dos Juegos Olímpicos a la vez y no estar loco. Al menos eso piensa el COI, que este viernes dio un giro brusco a su habitual modo de proceder y acordó recomendar la concesión al mismo tiempo de las sedes de los Juegos de 2024 y 2028.Natalia Arriaga
El reparto parece fácil. Son dos ediciones y solo hay dos candidatas: París y Los Ángeles. La primera, dispuesta a hacerse cargo de la fiesta únicamente en 2024; la segunda, abierta a posponer los planes hasta 2028 siempre que reciba compensaciones a cambio.
Se cumplirá, además, con el principio no escrito de la rotación continental, aunque no habrá renovación del mapa olímpico. Las dos ciudades disfrutarán de sus terceros Juegos: París los tuvo en 1900 y 1924 -en 2024 celebraría los que ha llamado del centenario- y Los Ángeles en 1932 y 1984.
Y, para redondear la jugada, el COI aplaza la solución a su gran problema. Se ha instalado en la opinión pública la impresión de que los Juegos son una ruina económica y los contribuyentes han decidido que tienen otros objetivos para sus impuestos. Escasean las ciudades interesadas en poner un pebetero en su vida.
La doble adjudicación decidida por la Ejecutiva del COI debe ser ratificada por el pleno del organismo en una reunión extraordinaria convocada para los días 11 y 12 de julio. Es impensable que la asamblea dé la espalda a una recomendación de la Ejecutiva de tanto calado.
"Se trata de ganar o ganar", resumió el presidente del COI, el alemán Thomas Bach, al anunciar la decisión tomada hoy.
Con este planteamiento, los miembros del COI viajarán el próximo mes de septiembre a Lima para decidir apenas en qué orden colocan a las dos ciudades en el calendario.
El COI firma con la ciudad organizadora un contrato con cláusulas leoninas y mantiene con ella un cruce constante de personal, expertos y datos que ahora deberá multiplicar por dos. Dos comités organizadores, dos comisiones de coordinación, dos programas de seguimiento: la burocracia olímpica engordará sin remedio.
Como bien sabe Brasil, último organizador de los Juegos, la situación de un país al que le conceden la sede olímpica puede ser económica, social, política y deportivamente muy distinta a la que viva el día de la ceremonia inaugural, siete años después. Qué no podrá pasar entonces en el plazo de once años.
Si finalmente los miembros del COI eligen llevar los Juegos de 2028 a Los Ángeles, en ese plazo se habrá marchado Donald Trump de la presidencia de Estados Unidos. Pero quizá tampoco esté ya en la alcaldía angelina un entusiasta de la idea olímpica como Eric Garcetti; o la economía haya dado un nuevo vuelco; o el club que ahora está dispuesto a ceder su estadio cambie de sede, o de dueño o de idea.
En todo caso, el COI ha considerado que si hay dos ciudades que ofrecen un riesgo mínimo para sellar una alianza a largo plazo, esas son París y Los Ángeles. El organismo quiere Juegos baratos, con poca construcción de nuevas instalaciones y, desde este punto de vista, los proyectos son perfectos.
Los Ángeles no construiría ni un solo estadio permanente para los Juegos; ni siquiera tendría que levantar una Villa para alojar a los atletas, que dormirían en el campus universitario de UCLA.
En mayo, cuando ya se hablaba abiertamente de una posible doble adjudicación, el presidente de la candidatura de Los Ángeles, Casey Wasserman, dijo que, al ser un proyecto de financiación enteramente privada, no podría prolongar su vida hasta 2028.
"Reunir 60 millones (54,7 de euros) para la candidatura entre individuos particulares es una ardua labor que no ocurrirá dos veces. Si pasa, no será con este alcalde (Eric Garcetti) ni con este presidente", declaró el responsable y principal inversor.
Pero durante la última semana su discurso cambió sustancialmente. En una carta abierta que hizo pública el pasado miércoles, el mismo hombre que había dicho una cosa dijo la contraria.
"Para ser francos, LA2024 nunca se ha tratado exclusivamente de Los Ángeles o de 2024. Incluso cuando se valoró la opción de asignar los Juegos de 2024 y 2028 a la vez, nosotros no dijimos que Los Ángeles debía ir primero o que se trataba de un 'ahora o nunca' para la ciudad: eso suena a ultimátum", señaló.
Falta por conocer qué recibirá a cambio la ciudad que deba posponer sus planes de 2024 a 2028. Thomas Bach admitió que las cláusulas del contrato tendrían que cambiar, pero simuló que agarraba algo con la mano antes de decir: "No vamos a decir 'aquí está la recompensa'.
Los medios estadounidenses ya hablaron de negociaciones para implantar programas de desarrollo del deporte juvenil en Los Ángeles e incluso de una mayor participación de los ingresos de televisión o de patrocinio del COI.
Mientras, París roza ya con la yema de los dedos los Juegos de 2024, con un plan de instalaciones que abruma por su belleza: el voley playa a la sombra de la Torre Eiffel, el ciclismo en los Campos Eliseos, la hípica en Versalles, la esgrima en el Grand Palais...
Solo tendrá que construir el centro acuático y la Villa Olímpica. Necesita para ello 1.500 millones de euros (1.645 millones de dólares) que serán, esos sí, de dinero público. El nuevo presidente Emmanuel Macron no ha puesto pegas.
Público/privado, 2024/2028, Europa/Estados Unidos: dos modelos para dos Juegos, con el COI dispuesto a experimentar con la bigamia por primera vez, quizá por última.