Las autoridades peruanas ultiman los preparativos para acoger la próxima semana en Lima la asamblea 130 del Comité Olímpico Internacional (COI), una reunión cuya sede peligró en los últimos meses por las inundaciones ocurridas a inicios de año y por la inestabilidad en el olimpismo local.Fernando Gimeno
A pesar de que el COI escogió a Lima a finales de 2014, hasta hace apenas cinco meses estuvo en el aire la celebración de la reunión, en la que en principio se confirmará a París y a Los Ángeles como las ciudades organizadoras de los Juegos Olímpicos de 2024 y 2028, respectivamente.
El calamitoso estado en el que quedaron muchas regiones del país por las inundaciones, con 163 muertos, 277.000 damnificados y alrededor de 1,6 millones de afectados, levantó suspicacias dentro del COI ante la capacidad de las autoridades peruanas de organizar un acontecimiento de la envergadura y magnitud de esta sesión.
Sin embargo, una visita realizada en abril a Lima por el presidente del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco, enviado directamente por el COI, ayudó a despejar la incertidumbre y constatar que la capital peruana, con unos diez millones de habitantes, estaba recuperada del embate climático.
El informe entregado por Blanco al comité ejecutivo del COI ayudó a mantener la sede de la reunión en Lima, cuyas autoridades se apoyarán ahora en ese espíritu olímpico para demostrar el grado de resiliencia de un país que está comenzando la reconstrucción de las zonas más afectadas.
En esa confluencia de fuerzas, el presidente del comité español entregó al presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, una donación de 600.000 dólares del COI para contribuir a paliar los daños causados por las inundaciones.
Tras la visita de Blanco también se puso orden al Comité Olímpico Peruano (COP), que en junio eligió a Pedro del Rosario como su nuevo presidente, tras haber permanecido los seis meses anteriores descabezado por la inhabilitación de cinco años a su anterior mandatario, José Quiñones, investigado por presunta corrupción.
No obstante, las elecciones ganadas por Del Rosario no estuvieron exentas de polémica al encabezar este la única lista en liza y en las que su subsecretario general, Gustavo Cárdenas Brou, supuestamente no podía participar por haber recibido años atrás una sanción del Consejo Superior de Justicia Deportiva y Honores del Deporte.
La duda de mantener a Lima como sede de la reunión del COI no es nueva para las autoridades peruanas, pues al mismo tiempo vivieron un proceso similar con la sede de los Juegos Panamericanos de Lima 2019, hasta que en los últimos meses también fueron ratificados.
El retraso en los preparativos, especialmente en la adjudicación de obras, hizo saltar los nervios en el seno de la Organización Deportiva Panamericana (Odepa), especialmente cuando el chileno Neven Ilic asumió en mayo la presidencia del organismo y comprobó que Lima aún no había adjudicado ninguna obra para los Juegos.
No obstante, el comité organizador de los Juegos Panamericanos de Lima 2019 (Copal) se puso rápido manos a la obra y ya adjudicó la construcción de la Villa Panamericana, que será la principal obra, con el deseo de hacer coincidir la colocación de la primera piedra con la celebración de la asamblea del COI.
En esa tesitura, las delegaciones de París 2024 y Los Ángeles 2028 harán su último esprint para adjudicarse los Juegos Olímpicos en una ciudad donde el mayor obstáculo que encontrarán para difundir sus programas será el denso y caótico tráfico que por momentos ralentiza el intenso ritmo de la capital peruana.