El Comité Olímpico Brasileño (COB) celebró hoy la decisión del Comité Olímpico de Internacional (COI) de levantar la suspensión provisional que pesaba sobre el organismo suramericano desde octubre de 2017 tras el escándalo de corrupción que afectó a su expresidente Carlos Arthur Nuzman.El COI elogió en un comunicado oficial las medidas de nueva gobernanza adoptadas por el COB, así como los cambios en el estatuto de la entidad, que garantizan una mayor participación de los atletas en la toma de decisiones, y la creación de los Consejos de Administración y Ética.
"Estamos muy felices con la decisión del COI. Es un reconocimiento al trabajo y al esfuerzo que el Comité Olímpico Brasileño viene haciendo a lo largo de los últimos meses, marcados por la austeridad, la meritocracia y la transparencia", celebró el presidente del COB, Paulo Wanderley, citado en una nota.
Wardeley, que va camino de Pyeongchang, en Corea del Sur, donde acompañará la apertura de los Juegos Olímpicos de Invierno, señaló que el COB es hoy "un ejemplo de buena gobernanza para entidades deportivas de todo el mundo".
"Vamos a continuar trabajando firmemente para ratificar ese compromiso con una gestión moderna del deporte", añadió.
Warderley asumió el cargo el pasado 11 de octubre, apenas cinco días después de que el COI decidiera suspender de manera provisional al COB y apartar a su entonces presidente, Carlos Arthur Nuzman, de todos sus cargos en el organismo internacional tras su detención por asuntos de corrupción.
Nuzman y su mano derecha en el COB, Leonardo Gryner, fueron detenidos y conducidos a prisión el pasado 5 de octubre, acusados de corrupción, lavado de dinero y organización ilícita por sospechosas de compra de votos para la elección de Río de Janeiro como sede de los Juegos Olímpicos de 2016.
Con el fin de la suspensión, el COB volverá a recibir recursos financieros del COI, procedentes de los patrocinios, cuyo valor se divide entre los comités olímpicos de cada país.
Según el COB, la expectativa es que recibirá 2,17 millones de dólares referentes al saldo restante del año pasado y más tres millones de dólares a finales de 2018.
Durante la suspensión, el COI solo mantuvo los recursos para el apoyo directo a los atletas a través del Programa de Solidaridad Olímpica Internacional.