El madrileño Javier Fernández, doble campeón mundial y séxtuple de Europa de patinaje artístico y la principal baza del equipo español que compite en los Juegos de invierno de PyeongChang, explicó en una entrevista con la Agencia EFE que tuvo lugar en la Villa Olímpica de Gangneung que espera "hacer feliz a mucha gente, pero sobre todo a" sí "mismo"."Todavía hay que conseguirlo. Ésta sigue siendo una competición muy dura y muy importante; y los contrincantes también van a estar luchando por subirse al podio", explicó a Efe este lunes en la Villa de Gangneung "SuperJavi", de 26 años, que llegó a zona olímpica el domingo por la noche.
El madrileño llega entre los favoritos al oro y quiere sacarse en Corea del Sur la espina de los Juegos de Sochi (Rusia), donde acabó cuarto, ya que un error de cálculo -ejecutó un triple salto en vez del cuádruple (Salchow) que había anunciado- le apartó de la medalla por muy poco.
"Primero hay que conseguirlo. Hasta que no lo consigamos, no podremos cantar victoria. Lo importante es que tengamos una gran competición", indicó.
"Espero poder hacer felices a muchas personas, pero sobre todo a mí mismo", explicó, en una entrevista con la Agencia Efe el doble campeón mundial español de patinaje artístico.
, llegó en la tarde noche de este domingo a la cita villa de deportistas, según confirmaron a EFE fuentes del Comité Olímpico Español (COE).
Fernández llegó a zona olímpica procedente de Toronto (Canadá) acompañado por su segunda entrenadora, la canadiense Tracy Wilson; puesto que su técnico principal, Brian Orser ya lleva varias jornadas en Gangneung, dado que también es entrenador del conjunto de Corea del Sur, que participa en la prueba de patinaje por equipos.
Según pudo saber Efe, este martes tienen previsto llegar a Corea del Sur los padres del astro madrileño, Antonio -militar de profesión- y Enri -funcionaria de Correos-.
Con ellos también llegará su hermana, Laura, ex patinadora que en la actualidad compagina su trabajo de enfermera pediátrica con el de entrenadora de patinaje, en Valdemoro (Madrid); y gracias a la que el campeón español empezó a interesarse, de pequeño, por este deporte.