Cuarentena, día 3 y último se supone. Tras el preceptivo encierro ordenado por el gobierno de Japón para muchos de los periodistas, el plazo se supera y este jueves, resultados de tres test de saliva mediante, recuperamos la libertad de movimientos.
Al menos este último día en la habitación del hotel ya ha dado para ver deporte, algo sóftbol por la mañana pero sobre todo el fútbol femenino, que está en directo en varios canales japoneses. No me obliguen a decir cuáles. Las dos competiciones que han comenzado este miércoles y que se adelantan a la ceremonia del viernes.
Y otras gestiones varias, claro, porque la burocracia olímpica bien tendría un cursillo para los primerizos, como es mi caso. Reservas de eventos deportivos, desplazamientos a las sedes, eventos de alta demanda que funcionan de forma diferente, como la ceremonia, etc., etc. Pero entre gestión y gestión, entre trabajo y reflexión, empezamos ya a oler la competición, la emoción y ese no sé qué que tienen los Juegos Olímpicos. Y empezamos a soñar con España.
Y por soñar con España soñamos con las medallas. Hagamos pronósticos. Aquí queda registrado. Vamos a ser optimistas y vamos a apostar por 20, como en Atenas, solo por detrás de Barcelona 92 (22). Y superando las 17 de Río. Entre el baloncesto (2), el fútbol (1), el Judo (1), Kárate (2), Taewondo (1), hockey (1), vela (a), Balonmano (1), Waterpolo (2), halterofilia (1), ciclismo y triatlón (una entre los dos), Remo y Piragüismo (2 entre ellas), natación (2), golf y tenis (una entre los dos) y atletismo (1).
Estos son mis pronósticos, esperemos que se queden cortos.