Y el gimnasio de Ariake se quedó mudo. Simone Biles tuvo que retirarse de la final por equipos por lesión, y Estados Unidos se quedó huérfana, se quedó sin su estrella, y Biles se quedó sin uno de sus cinco oros, todos los que pretendía conseguir.
Simone Biles se ponía en acción. El gimnasio olímpico, aun sin público, estaba al tope de lo que podía estar. Periodistas de todo el mundo, los voluntarios apostándose, los miembros de otros equipos... pero la estrella apareció fugazmente y luego desapareció. Tras comenzar su concurso con el salto, habló con el médico y no intervino más, solo para dar ánimos a sus compañeras de equipo. Después de obtener con su salto, un Amanar con giro y medio, una nota de 13,766, la peor entre las integrantes su selección, la vigente campeona olímpica abandonó el escenario con el médico del equipo y regresó unos minutos después, en chándal. Un problema en un pie cortó su presencia.
En las asimétricas, en las que iba a ser titular (lo son tres por país en cada aparato), fue reemplazada por Jordan Chiles. Poco después se anunció que no disputaría el resto de la final.
El pabellón se quedó mudo, las risas y el jolgorio que acompaña al equipo de Estados Unidos en cada concurso, en cada instrumento, bajó sus decibelios. Solo interrumpió ese bajón una periodista norteamericana, especialista en la gimnasia, que desde incluso su tribuna quiso dar ánimos, o quiso exteriorizar su frustración, a través de sus gritos de ánimo, de reacción.
Lo cierto es que la sustituta de Biles, Chiles, no lo hizo mal ni en asimétricas ni en potro, rotaciones en las que Estados Unidos y Rusia mantenían una dura pugna, con las rusas con una cierta ventaja conseguida en el salto gracias a la baja nota de... Biles.
Y llegó la rotación final, de suelo. Y todo se decidió a favor de las rusas. Las norteamericanas Sunisa y Callum hicieron buen concurso, igualado con las rusas Urazova y Listunova. Pero llegó la sustituta de Biles, Chiles, que estropeó su concurso con una caída que la dejó en una puntuación de 11.700. No perdonó Angelina Pelnikova, que realizó un ejercicio de suelo magistral, máxima nota (13.966) para dar a Rusia un oro contra pronóstico de Biles y dejar a la estrella americana sin los cinco que pretendía en estos juegos. Habrá que ver cómo se encuentra de cara a las finales individuales, pero por el momento su ausencia y lesión dejaron a Estados Unidos sin su oro por equipos.
Gran Bretaña fue tercera por delante de Italia y China, que amenazaba con podio, se hundió en la final hasta ser séptima.