La Familia dice adiós. No pudo ser tampoco esta vez, en el más que posible adiós de Pau, en el momento estelar de Ricky Rubio (38 puntos). En el cruce maldito tras la derrota ante Eslovenia esperaba Estados Unidos, y Kevin Durant, y de nuevo fueron demasiado muro para España. Si el sorteo y ese partido ante Eslovenia no hubieran sido tan crueles posiblemente sería esta una España de nuevo de medalla, pero que se cruzó con quien no debía ni ante quien no se podía demasiado pronto.
Los de Scariolo estuvieron en el partido hasta el descanso, pero un tercer cuarto estratosférico de Durant ya pusieron demasiado cuesta arriba el encuentro, que en el último parcial se decantó definitivamente pese al descomunal partido de Ricky Rubio. Pero España necesitaba más que de Ricky, y no lo encontró más allá de Sergio Rodríguez. Sin juego interior, sin Pau ni Marc en las mejores condiciones, el partido era ya un imposible.
España terminó arriba el primer cuarto (21-19), pero más que la importancia del marcador, tuvo importancia la reacción, porque cuando parecía que Durant aceleraba y ponía y marcaba distancias (10-17), los de Scariolo se rebelaron. Ricky, con 13 puntos en el primer cuarto, y la aportación de Claver y Llul posibilitaron que España se metiera de nuevo muy en el partido y en el cuarto y lo acabara arriba. Ricky estaba omnipresente y eso era buena y mala noticia, porque España necesitaba más aportación anotadora del resto del equipo.
Y apareció, precisamente en las primeras rotaciones. El segundo cuarto comenzó de lujo. Sergio Rodríguez de la línea de 3, Claver, Willy... hasta lograr una ventaja de 40-33 a dos minutos del final del cuarto. Porque además la defensa, con Garuba, Abrines cuando tuvieron minutos, subió el nivel, y dejó secos a los americanos prácticamente tres tercios de este periodo. Un dato, 6-0 en tapones a favor de los españoles, lo que dice mucho de la intensidad de la defensa y de los problemas de los estadounidenses para superarlos.
Fue una pena que este cuarto tan bien jugado se agriara algo al final, pues el equipo de Popovich a través de nuevo de Durant, aprovechó un par de ataques algo precipitados de España para contrarrestar y acabar igualando el partido al descanso 43-43.
Si ese segundo cuarto había tenido mucho de bueno, el tercero lo tuvo de malo. Cuatro puntos en 5 minutos de España permitieron a Estados Unidos coger distancia. Metieron un punto más de velocidad en el juego y encontraron mejores posiciones de tiro, sobre todo Durant, que siempre liberaba o se liberaba para asistir o anotar en posiciones accesibles, y eso era la muerte para La Familia. Durant se iba ya a los 24 puntos y por contra no había forma de contrarrestarlo. El acierto anotador desapareció. Solo a través de los tiros libres sumaba una España que se perdió en el campo con las rotaciones y dejó ir el partido a 16 puntos para Estados Unidos (49-65). Fue entonces el momento de Rubio, otro más. Dos triples, más uno postrero de Sergio Rodríguez dejaron a España a seis puntos en el último cuarto (20-26 el parcial, 63-69 el encuentro).
El último parcial no lo empezaron ni Ricky ni Durant en la cancha. Pero entre los de Popovich surgió Lillard para castigar a España en los primeros ataques con anotaciones fáciles (triple incluido), mientras que los de Scariolo se volvieron a nublar. Al menos subió pronto el bonus de faltas, aunque con eso no iba a ser suficiente (66-81 a 6'45"). Un triple de Ricky y una antideportiva de Tatum devolvieron la distancia a 10 puntos, pero fue casi lo más cerca que volvió a ver España a Estados Unidos en el marcador. Los yankees sacaron sus rifles y desde el exterior y no volvieron a dar opción.
Aquí las estadísticas del partido.