Theresa Zabell, doble campeona olímpica de la clase 470, se mostró convencida que la vela seguirá dando alegrías en los próximos Juegos Olímpicos de París 2024 al equipo español, que presentará, opinó, un equipo "muy potente".
Junto a otros grandes candidatos a medalla, como los campeones del mundo de 470 Jordi Xammar y Nora Brugman, Zabell es la única mujer española con dos oros olímpicos y cree que en casi todas las clases habrá opción de podio "porque los Juegos Olímpicos son una competición diferente".
Pregunta.- La vela ha sido un caladero habitual de medallas para el deporte español. ¿Qué espera del equipo que acudirá a los Juegos de París?.
Respuesta.- Tenemos un equipo muy potente. Por ejemplo, Jordi Xammar y Nora Brugman acaban de proclamarse campeones del mundo de 470 y además van muy bien con vientos fuertes como los que habrá en Marsella. Yo los veo como unos firmes candidatos a traerse una medalla, pero no son los únicos, Diego Botín y Florian Trittel también son candidatos en 49er. Igualmente tienen posibilidades las chicas de 49er FX, aunque ahora Támara (Echegoyen) se ha lesionado y hay que ver cómo evoluciona, y Pilar Lamadrid que también es muy buena en tabla. Luego hay clases donde las opciones son menores, lo que no quiere decir que no se puede lograr una medalla, porque los Juegos Olímpicos son una competición muy diferente.
P.- Habrá navegado muchas veces en aguas de Marsella. ¿Qué condiciones esperan a los regatistas? ¿Pueden beneficiar al equipo español?
R.- Navegábamos mucho en Hyères, que está al lado de Marsella, porque allí se celebra la Semana Olímpica Francesa de Vela, y es una zona de bastante viento. De hecho, me acuerdo que cuando íbamos a Hyères siempre decíamos en broma que había que llevar piedras en los bolsillos porque salías volando. En esa época los españoles no éramos especialistas con viento fuerte, luego fuimos aprendiendo y ahora veo que muchos regatistas españoles se sienten más cómodos con viento fuerte que con típico viento ligero medio del Mediterráneo.
P.- Hablando de volar, en las nuevas clases como el iQFOiL se vuela casi más que se navega. ¿El futuro de la vela está más en estos formatos mas espectaculares y televisivos?
R.- Aquí hay dos temas. Uno es si los barcos tienen que volar o no y otro es el formato de competición. Se han introducido recorridos más cortos y con más vueltas para facilitar la retransmisión televisiva y en ese aspecto creo que se pueden optimizar todavía más los formatos. Por otro lado, que los barcos vuelen es muy espectacular para el público, porque las imágenes son increíbles, pero se pierde mucho de la táctica, porque van tan rápidos que si el viento rola cinco grados deja de ser tan importante como lo es en la vela más tradicional.
P.- ¿Y a usted qué le gusta más?
R.- A mí me gusta que siga habiendo unos barcos más tradicionales para que en el resultado de una competición se continúe valorando a esa persona que es un buen táctico o estratega.
P.- La vela es uno de los deportes que más depende de dónde se dispute y de las condiciones de cada jornada. ¿Cómo se maneja esa incertidumbre?
R.- Yo creo que nuestro verdadero punto fuerte en 1992 y 1996 es que supimos navegar bien en todas las condiciones. Si tú tienes el barco y la tripulación preparada para unas condiciones, no estás para otras. Por eso hay gente que se juega todo a una carta, por ejemplo a que haya viento fuerte. Si eliges una vela de viento fuerte y luego hace poco, mal. Pero si todo el mundo cree que va a hacer poco viento y tú eliges la de viento fuerte y lo hay, puedes ganar. Yo siempre buscaba un material con el que fuésemos bien en todas las condiciones. A lo mejor no haces ningún primer puesto, pare haces un tercero y un cuarto.
P.- ¿Los avances en las predicciones meteorológicas han facilitado el trabajo a los regatistas?
R.- Ahora hay mucha más información. En 1996 nos trajeron un meteorólogo, pero no era específico de vela. Ahora ya los hay, gente que ha navegado. A un regatista no le vale saber que el viento cambiará por la tarde, necesita saber si va a girar entre las 12 y las 12 y cinco.
P: ¿Se han ampliado mucho los equipos que trabajan en la vela, con figuras como esta del meteorólogo?
R. En los Juegos a los que yo fui no teníamos fisioterapeuta, ni preparador físico, ni psicólogo. Yo los reclamaba todo el rato. Ahora tienen preparador físico, psicólogo, nutricionista, un experto en vientos. El equipo es mucho más sólido de lo que era. La primera vez que yo le dije a la federación que por qué no teníamos un psicólogo me preguntaron si me pasaba algo, si estaba mal.
P.- El 470 será mixto en París. ¿Qué le parece este cambio?
R.- Cuando se introdujo el 470 femenino en los Juegos Olímpicos de Seúl no era un barco apropiado para nosotras, porque el 470 navegaba bien con una tripulación de entre 140 y 145 kilos y dos mujeres no pesamos eso, ni tenemos esa fuerza. Luego empezamos a adaptar el barco un poco más a nosotras, conseguimos unos mástiles más flexibles, unas velas más planas y ahora navegamos perfectamente, pero los primeros años fueron muy duros. Ahora meten el 470 mixto y creo que están navegando muy bien, he hablado con ellos y están contentos, pero me parece como si hubieran quitado una clase a las mujeres y esto me da un poco de pena.
P.- ¿Qué le parece la creación de una Copa América femenina?
R.- En el SailGP ya se incorporó una mujer en cada tripulación, pero por obligación, porque es parte del reglamento. He hablado mucho con las chicas y no todas han estado muy a gusto, porque están para cumplir una cuota. A ninguna de las chicas le han dado el timón. Cuando te meten en un barco con poca función, no sé si eso es bueno para la imagen de la mujer. Hubo una Copa América con un barco femenino en la edición de 1995 en San Diego, con una tripulación que se montó después de Barcelona'92. A mí me ofrecieron ir en ese barco. Lo que pasa es que con ello renunciaba a Atlanta, o renunciaba a ir en condiciones, y decidí intentar una segunda medalla olímpica. En aquel barco de solo mujeres acabaron metiendo a dos o tres hombres para puestos de fuerza física, como los 'grinders'. Bueno, igual que en la Copa América metieron una clase para jóvenes, que ahora haya una de mujeres a mí me parece bien. La Copa América en sí va a tener más repercusión, pero es un paso en la dirección correcta.
P.- Como miembro del CADE (Consejo Asesor del Deporte Español), y con su experiencia tanto como deportista como en el mundo federativo, en la empresa, en la política, ¿cuál es su diagnóstico del momento actual del deporte español?
R.- Yo creo que el deporte español ahora mismo tiene un problema de financiación. ADO, que empezó siendo un modelo que muchos otros países han replicado, lo estamos dejando caer. Y para mí ADO es la verdadera razón por la que el deporte español pasó de cuatro medallas en Seúl'88 a 22 en Barcelona'92. Y por la que ha sabido mantenerse cerca de esas 22 medallas hasta el día de hoy. Eso tiene muchísimo mérito. Yo creo que un ADO reenfocado y redirigido puede ser otra vez un bombazo para el deporte español. Porque no podemos olvidar que un deportista, cuando empieza a preparar unos Juegos, tiene una dedicación plena y debe tener una cosa menos de la que preocuparse: cómo va a pagar las facturas a fin de mes. Y si no tienes beca, estás pendiente de cómo salir de paso.