Gianmarco Tamberi saltó a la fama en Tokio 2020 por su extravagante forma de asistir a Tokio. No sólo eso sino que además logró la medalla de oro en salto de altura aunque empatando con el catarí Mutaz Barshim, con el que compartió el metal después de estar empatados.
Esto le ponía como uno de los favoritos para París 2024. Fue el abanderado de Italia en la ceremonia inaugural y más tarde volvió a su país para seguir entrenando pero, según su última publicación en Instagram, podría quedarse fuera de los Juegos Olímpicos.
Según explicó el atleta italiano, sufre un proceso febril derivado de un "probable cálculo renal". Esto le ha provocado estar en una camilla del hospital, en dónde le siguen haciendo pruebas para ver si puede asistir a su prueba de triple salto en los Juegos Olímpicos.
"Se suponía que debía partir hoy hacia París para comenzar mi viaje hacia este gran sueño, pero en lugar de eso me aconsejaron posponer el vuelo hasta mañana con la esperanza de que, con un poco de descanso, esta pesadilla termine", señaló el transalpino de 32 años.
"Lo único que puedo hacer es esperar y rezar... No merezco todo esto, hice todo por estos Juegos Olímpicos, todo", añadió. Eso sí, dejó claro que estará en París para disputar la prueba. "Solo una cosa es segura, no sé cómo llegaré allí, pero estaré allí en esa plataforma y lo daré todo hasta el último salto. Sea cual sea mi condición. Te lo juro, pero antes incluso me lo juro a mí mismo", añade.
En caso de no poder competir en París, será un duro golpe para Gianmarco Tamberi, quien también se quedó fuera por lesión de Río de Janeiro 2016. En cambio, en Tokio 2020, el saltador de altura italiano logró llevarse la medalla de oro con un salto de 2,37 metros.
Increíble... no puede ser cierto. ayer, 2 horas después de escribir "me lo merezco" en las redes sociales, sentí una punzada lancinante en un costado. Primeros auxilios, tomografía, ultrasonido, análisis de sangre... Posible cálculo renal. Y ahora estoy aquí, a tres días de la carrera por la que sacrifiqué todo, acostado en una cama, impotente, con 38,8 de fiebre... Se suponía que hoy me iba a París y empezaría mi viaje hacia este gran sueño, pero en vez de eso me aconsejaron posponer el vuelo hasta mañana, con la esperanza de que, con un poco de descanso, Esta pesadilla ha terminado.
Solo me queda esperar y rezar... No merezco todo esto, he hecho de todo por esta Olimpiada, de todo. Realmente no lo merezco. Una cosa es segura, no sé cómo llegaré allí, pero yo en ese estrado estaré y daré mi alma hasta el último salto, sea cual sea mi condición. ¡Lo juro por ti, pero antes me lo juro a mí mismo!