El ciclista barcelonés Sergio Garrote y el gaditano Luis García Marquina lograron las medallas de oro y bronce en la contrarreloj, en las clases H2 y H3 de bicicletas de mano, respectivamente, de los Juegos Paralímpicos de Tokio.
Garrote, en su debut en unos Juegos Paralímpicos, se impuso en la contrarreloj de 16 kilómetros de la clase H2, disputada en el Circuito Internacional de Fuji, con un tiempo de 31:23.53, por delante del italiano Luca Mazzone (31:23.79), cinco veces campeón del mundo, que fue plata, y del francés Florian Jouanny (32:41.62), que fue bronce.
"Ni en mis mejores sueños podía imaginar conseguir esto aquí. Cuando vi el circuito se me movió algo del terreno que no me gusta. Soy escalador y me gusta el esfuerzo de subir, pero venía a desquitarme. Era el culmen, el final de un trabajo. En una contrarreloj se encumbran los grandes y se lo dedico a mi mujer, a mi hija y a mi familia, que me han aguantado mucho", confesó Garrote, al término de la prueba.
Garrote usa silla de ruedas desde que se cayó del andamio de una obra en 2001 que le produjo una lesión medular. Practica ciclismo con una 'handbike' desde 2015.
En la categoría H3, otro español, el gaditano Luis Miguel García Marquina, se llevó el bronce en la contrarreloj de 24 kilómetros. Paró el crono en 43:48.68, a 9:51 del ganador, el austríaco Walter Ablinger, subcampeón en Río 2016 en esta prueba. La plata fue para el alemán Vico Merklein.
"Conocí a un amigo en el hospital de Toledo que me enseñó a valorar el esfuerzo. Ese hospital forjó lo que soy hoy. España es un equipazo de fisioterapeutas, médicos y seleccionador. Estoy exhausto en un recorrido que no me favorece nada pero hay mucho trabajo detrás de todo esto", señaló el ciclista jerezano, afincado en Tarancón desde los cinco años.
García Marquina sufrió un accidente practicando motocross en agosto de 2003, a los 23 años, del que quedó parapléjico.