Cargarse a la leyenda, Florentino Pérez debe tomar la decisión más difícil por el bien del Real Madrid
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Florentino Pérez está ante una de sus decisiones más duras y difíciles desde que es presidente. Porque tendrá que meditar y pensárselo bien con la renovación de Karim Benzema, que ahora mismo no se sabe hasta qué punto puede ser beneficiosa o perjudicial para el Real Madrid. Nadie tenía dudas de esto recientemente, pero claramente hay motivos para dudar y ser escéptico viendo el irregular desempeño que ha tenido en el presente curso.
Las lesiones han asediado al ‘9’, que se ha perdido una gran cantidad de encuentros, y en los que ha estado disponible, se ha mostrado lejos del nivel que ofreció el año anterior, cuando fue capaz de ganar el Balón de Oro y guiar a su equipo a conquistar la Champions League y La Liga Santander. Solamente han pasado 12 meses desde esto, pero parece que haya sido toda una vida, viendo que no es ni la sombra del futbolista que fue.

Muchos creen que simplemente es un pequeño bache en su carrera, pero que todavía tiene gasolina para rato. Otros, en cambio, vaticinan que es el principio del fin, y que ya nunca más volveremos a ver al ex del Olympique de Lyon al 100%, pues no hay que descuidar que tiene 35 años, y se acerca a la retirada. Pero lo importante es lo que piensan en el Santiago Bernabéu, donde tendrán que decidir si le ofrecen un nuevo contrato, o le dejan irse gratis en junio.
En estos momentos, Florentino Pérez está planteándose si es demasiado arriesgado confiar otra campaña más únicamente en Benzema, o si por el contrario ha llegado el día de separar los caminos que unen al Madrid y al galo desde el lejano 2009. Para ello, primero debería de encontrar a un sustituto de garantías, que consiga hacer olvidar la figura del capitán de la plantilla, una tarea que no es necesario decir que resulta altamente compleja.
Otra solución sería contratar a un delantero que acepte un rol secundario, y pueda tener un coste razonable, pero que cumpla cada vez que salte al terreno de juego, y sea un suplente de completas garantías, como ha sugerido la información de ‘El Nacional’.
Dejarlo ir si no desea ser segundo y rendirle un homenaje.