La ley de Juanpi

La ley de Juanpi manda ahora en La Rosaleda. Comandado por el venezolano, el Málaga abusó sin compasión de un Getafe timorato y blando. Sin respuestas. Seguro, rebosante de confianza y con un fútbol fluido y alegre, el Málaga arrasó al equipo de Fran Escribá en 45 minutos para enmarcar. Este Málaga de Javi Gracia es una trituradora de rivales. Fiel a su plan, insaciable y con una fiabilidad extrema, el equipo blanquiazul ya suma 30 puntos y se garantiza una semana más en el Top-Ten de la Liga. A falta de que se juegue el resto de la jornada, ya ve Europa a cuatro puntos.
Juanpi sólo ha necesitado unos cuantos partidos consecutivos para sentirse importante, soltar amarras y pasear por el campo como si jugase en la calle. Sus buenas maneras se dejaron vislumbrar desde el primer día. Pero su talento necesitaba vuelo y continuidad para gobernar el fútbol de La Rosaleda. Gracia le ha encontrado su hueco arrancando desde la derecha y ahí Juanpi se hace gigante. Se mueve con libertad para asociarse, caer al medio, hacer de excelso pasador entre líneas y también para llegar al área. Así marcó en Ipurua y así destrozó al Getafe.
En el minuto nueve asomó por la frontal, se hizo con el balón, retrató a Vergini con un regate de calidad y definió con clase ante Guaita. En el 23’ metió un pase de lujo a Charles, al que dejó solo ante Guaita. El brasileño se llenó de generosidad y regaló el gol al debutante Atsu, que cayó de pie en este Málaga de dulce que camina por este macizo central de la competición con paso firme y rebosando buen juego.
Con el 2-0 y sintiéndose tremendamente superior a su rival, el Málaga se dio un respiro y replegó líneas a la espera de un contragolpe letal para fulminar a los madrileños. Y no fue a la contra, sino tras otra excelente combinación como el Málaga remató al Getafe. Recio, Juanpi y Cop fabricaron el 3-0. El hambre voraz de gol de Charles hizo el resto. El brasileño, noveno gol en Liga, retrató a un dormido Vigaray.
Escribá replicó en el descanso a la desesperada. Quitó a un pivote (Lacen) para dar entrada a un delantero centro (Álvaro Vázquez). Pero su Getafe nunca llegó a inquietar seriamente a Kameni. Todo lo contrario. Fue Juanpi quien siguió su recital de pases y de manejo de la situación. Brindó a Charles otro balón exquisito para el 4-0, pero Guaita lo evitó en el mano a mano. De ahí al final, un mero trámite. El Málaga se limitó a dejar pasar los minutos. Al Getafe le faltó orgullo y al Málaga le sobró fútbol a espuertas. Otra noche feliz en La Rosaleda.