Diego González: "El ascenso sería una buena forma de cerrar la herida"
Más allá de ser un buen estudiante, Diego González está demostrando esta temporada ser un defensa fiable. Ha disputado ya 15 partidos de LaLiga 1|2|3 y ha demostrado a Muñiz que puede confiar en él. La competencia en el centro de la zaga es durísima porque Luis Hernández y Pau Torres también están rindiendo a un nivel alto. El chiclanero lo sabe y entrena al máximo para seguir mejorando y convencer al técnico, que tendrá un nuevo dolor de cabeza este viernes para elegir pareja de centrales. En cualquier caso, Diego no va a levantar la voz. Si no juega ayudará en lo que pueda desde el banquillo y seguirá trabajando. El joven gaditano está feliz en Málaga, aunque no esconde que el año pasado fue muy duro para él. Un ascenso podría curarlo todo...
-Se le vio bien en Tarragona y el equipo volvió a ganar.
Fue un partido sufrido como todos, ninguno es fácil, pero estuvimos bien en varios aspectos y los tres puntos son muy importante.
-La competencia en el centro de la defensa es feroz.
Sí, y yo creo que la competencia es lo que te hace crecer. Si entrenas y ves que tienes gente al lado en tu puesto que lo hace bien es una motivación para crecer. Están todos a muy buen nivel.
-¿Cómo ve a Luis Hernández y Pau Torres?
Pau, a pesar de su juventud, es un chico bastante centrado e inteligente. Aprende todo lo posible y eso hace que crezca. Luis es un poco más experimentado, tira de los galones que tiene y es importante en un vestuario también sentir eso.
-¿Cómo está el vestuario tras la victoria? ¿Puede ser un punto de inflexión?
El triunfo nos debe dar moral y confianza por el trabajo que estamos realizando. Hay veces que no se ve, pero el trabajo diario es muy bueno. Debemos seguir en esa línea, creyendo y arrimando el hombro todos a una.
-El bache ha existido.
Sabemos que durante una Liga que es muy larga todos los equipos tienen situaciones mejores peores, eso entra dentro de la competición y el fútbol, le pasa a cualquier equipo, por ejemplo al Real Madrid. Debemos muchas veces mirar ejemplos para darnos cuenta de la realidad.
-De los diez partidos que queda, seis en La Rosaleda, que debe ser de nuevo un fortín.
Sería bonito. Obviamente, para la moral y el estado de ánimo, ganar te hace sentir mejor en todo, te ves hasta más guapo.
-En lo personal, ¿cómo se siente Diego González?
Estoy muy bien en todos los sentidos. Cuando juego intentando aportar todo lo que puedo al equipo, y cuando no juego tratando de mejorar en todo lo que pueda y en lo que vea que no estoy haciendo quizás lo suficiente, creo que ese es el camino.
-En enero pudo hacer las maletas...
Sí, pude hacerlas, pero desde principio de temporada estoy convencido de que este era el equipo en el que quería estar, y sigo pensándolo a día de hoy.
-¿Volverá el Augsburgo a la carga en verano?
Eso yo no lo sé, ya no depende de mí.
-¿Cómo afronta un jugador tan joven un descenso tan duro?
Fue un varapalo importante. Llegas a un equipo con mucha ilusión en tu primer año en Primera. Todo son ganas, y a medida de que empezamos la Liga, los resultados no acompañan. Consideraba que el equipo era bueno y que podía salvarse, pero no sé por qué no salían los resultados. Veías que seguías remando y luchando, pero no se daban. Una vez que ya estas matemáticamente descendido te das cuenta de lo duro que es...
-Se le vio llorar sobre el césped.
Sí, porque hubo partidos en los que teníamos más ocasiones que el rival o en los que marcábamos y nos daban la vuelta, era todavía más duro.
-¿Cerraría esa herida el ascenso?
Sería una muy buena forma de cerrarla. Una vez que ya tienes esa herida debes cerrártela tú mismo marcándote una meta o un objetivo. Y por ello trabajar día tras día, que es lo que estamos intentando hacer.