Cuatro días más y a correr. Las escuderías afrontan los últimos entrenamientos de una pretemporada que está siendo atípica tras el cambio de normativa. Un buen ejemplo es Red Bull. La firma austriaca aún no ha conseguido adaptar el motor Renault a su monoplaza, lo que ha venido traduciéndose en una batería de averías que apenas le ha permitido rodar.
En esa línea, Red Bull ha sido la escudería que menos kilómetros ha acumulado hasta ahora junto a Lotus, que también monta motores Renault y no llegó a tiempo para los primeros test en Jerez. La delicada situación de la marca que ha dominado los últimos cuatro años la Fórmula 1 contrasta con las buenas sensaciones que han mostrado Mercedes y McLaren. Ambos, montan los propulsores de la estrella y a priori serán los dominadores en los primeros grandes premios, al menos en cuanto a velocidad. También la fiablidad será importante, y en eso Ferrari ha hecho los deberes.
Precisamente la escudería italiana se centrará estos cuatro días en poner al límite su monoplaza, según confirmó su flamante fichaje el ingeniero James Allison, "En nuestro programa está previsto llevar el coche a condiciones cada vez más extremas", afirmó esta semana. Así, con ese objetivo. Kimi Raikkonen rodará el jueves y sábado mientras que Fernando Alonso lo hará el viernes y domingo. El asturiano coincidirá con Vettel y Hamilton los dos días.