Complicadísima sesión de clasificación para Fernando Alonso, que gracias al extraordinario trabajo en el box de Ferrari pudo solventar con una más que meritoria cuarta plaza en la parrilla de salida. La intensa lluvia y el juego de estrategias fue protagonista en una mañana de perros en Sepang.
Alonso, que fue embestido por Kvyat en la Q2, tuvo que pasar por boxes urgentemente para reparar una pieza rota de la suspensión de su F14-T, pero pudo regresar a tiempo para superar el trance y pasar a la ronda definitiva. Al final, cuando tenía el tercer puesto prácticamente en el bolsillo, fue superado in extremis por Rosberg, pero su actuación, dadas las circunstancias, fue más que destacada.
"Siempre que llueve, parece que todo se complica y es un poco una lotería y un caos. Y además añadimos una parte nuestra en el incidente con Toro Rosso. No lo vi, cuando giré ya estaba dentro, y tuvimos consecuencias los dos porque cambiar algunas piezas. Los mecánicos súper, hicieron un trabajo increíble. Este año que se habla tanto de lo que se tarda en cambiar cualquier cosa en los coches, imagina la suspensión delantera. Hicieron un cambio récord, tardaron tres o cuatro minutos, me pusieron en la pista y pude salir a rodar", explicó el asturiano.
El toque con el Toro Rosso, como era de esperar, trajo consecuencias en el comportamiento del F14-T: "El coche lógicamente perdió la convergencia y los settings. En las curvas a la derecha movía el volante con un dedo, y a la izquierda no tenía fuerza ni con las dos manos, por tanto se ha descontrolado todo un poco, pero suficiente para poder salir a la pista y con estas condiciones seguramente se nota menos la deficiencia de una dirección asistida", añadió Alonso.
El asturiano, además, alabó la estrategia empleada por su equipo: "En la Q3 había que decidir cuándo poner el juego de lluvia extrema nuevo que teníamos, lo pusimos al principio porque había previsión de lluvia, y fue una decisión súper, hicimos la vuelta más rápida ahí, que la pista estaba un poco mejor", dijo.
Y preguntado sobre si sería mejor para sus intereses una carrera con lluvia, comentó: "En seco te diviertes más y ves dónde está la prestación pura de cada uno. En seco la carrera también puede ser divertida y emocionante, no hace falta rezar para que llueva para ver algo de acción. Si llueve tendremos que estar ahí, el coche parece que se ha comportado bien, y aquí pasamos siempre por la parte par, así que puede estar incluso más limpia que la otra, así que no tendría por qué ser ninguna penalización salir cuarto".
Alonso además dio algunos detalles sobre cómo se comporta el coche con esta lluvia extrema: "En lluvia no descargas la batería tanto como en seco al no tener tantos segundos el acelerador a tope, así que puedes rodar varias vueltas sin cambiar tantos botones del KERS. Se acentúa el trabajo al volante. Cuando llueve, en estos climas tropicales, hay algo de aquaplanning y momentos de peligro".
Y cuestionado sobre si estaba satisfecho con el resultado, dijo: "En la Q2, cuando estaba en el garaje, sin suspensión delante, es mucho más de lo que esperaba. Hay que ser positivos, estar cuartos con una crono como esta está bien. El coche, a la hora de conducirlo, era bastante duro de girar en una parte, así que es bastante difícil coger el feeling en estas condiciones de poco grip. Súper trabajo, cuartos y sextos en un fin de semana en el que los Mercedes estaban un segundo por delante. Creo que los Ferrari podemos estar ahí, detrás de los Mercedes, peleando con Red Bull y con McLaren, con los de siempre, pero ojalá un poco más cerca".