Autor de la 'pole' con una superioridad aplastante, el británico Lewis Hamilton dejó clara su intención de triunfar por quinta vez en el GP de Gran Bretaña de Fórmula Uno, en el que ya saboreó el éxito en 2008, 2014, 2015 y 2016, con una exhibición de poder al volante de su flecha plateada.El piloto de Mercedes, a la sombra de su compañero Valtteri Bottas en los Libres 1 y 2, tomó el mando en la tercera sesión de entrenamientos en el trazado próximo a Northampshire y retuvo la primera posición en la última ronda clasificatoria.
Con un sosegado margen de 0.547 segundos sobre el finlandés Kimi Raikkonen, el nuevo ídolo inglés de los deportes de motor firmó su 'pole' número 67 y se colocó a una del récord histórico que todavía ostenta el alemán Michael Schumacher.
Antes de lanzarse a por esa plusmarca en Hungría, Lewis Hamilton aspira a hacer historia en Silverstone, en un Gran Premio que siente como suyo. En ese escenario triunfó en 2008, 2014, 2015 y 2016. Una nueva victoria le permitiría equiparse con el francés Alain Prost y con el también británico Jim Clark como los pilotos más laureados en el GP de Gran Bretaña de Fórmula Uno. A la historia desafía.
En una jornada cambiante, por la lluvia intermitente, Hamilton no ocultó el anhelo de vencer este domingo.
Ni siquiera un incidente con el francés Romain Grosjean, quien acusó al tres veces campeón del mundo de bloquearle en una curva, empañó la exhibición del británico.
La Federación Internacional de Automovilismo (FIA) no consideró el movimiento del inglés como una infracción y confirmó su salida desde el primer puesto de la parrilla. El finlandés Kimi Raikkonen (Ferrari) le acompañará en la primera fila. El alemán Sebastian Vettel, compañero de Raikkonen en la escudería italiana y actual líder del Mundial, saldrá desde la tercera plaza.
Desde ahí defenderá la renta de 20 puntos -171 por 151- que acumula con respecto al hombre de la 'pole', un rival dispuesto a renacer tras los problemas con el reposacabezas y la caja de cambios que condicionaron su actuación en Azerbaiyán y en Austria.
Precisamente, el vencedor de la anterior prueba del campeonato, el también finlandés Valtteri Bottas (Mercedes), lo hará desde su posición más rezagada del curso.
Cuarto en la Q3, el piloto de Nastola arrastra una penalización de cinco puestos por haber sustituido la caja de cambios de su monoplaza, lo que complicará apriori su remontada en la clasificación del Mundial. Ahí marcha tercero, con 136 puntos.
El holandés Max Verstappen (Red Bull) y el alemán Nico Hulkenberg (Renault) firmaron el quinto y sexto mejor tiempo, seguidos por los Force India del mexicano Sergio Pérez y del francés Esteban Ocon.
Desde la decimocuarta plaza iniciará su Gran Premio número 50 el español Carlos Sainz, lastrado por un problema de fiabilidad de su Toro Rosso.
A la épica apela, en cambio, su compatriota Fernando Alonso.
La sustitución de múltiples componentes del motor Honda que mueve su McLaren llevó al español a acumular una penalización de 30 puestos en parrilla. El bicampeón del mundo saldrá el último, justo por detrás del australiano Daniel Ricciardo (Red Bull).
La atípica presencia de uno de los monoplazas más potentes de la Fórmula Uno en la última fila puede resultar beneficioso para Fernando Alonso, que espera una carrera caótica tras su sorpresivo liderato en la Q1.
Montó los superblandos con un estrecho margen de tiempo.
"Arriesgamos un poco al final. Creo que hubiésemos pasado con las gomas intermedias también, pero decidimos poner las de seco para tener una referencia de cara a mañana por si las condiciones son similares. Casi no cruzamos la meta antes de ponerse el semáforo en rojo, pero salió bien y tenemos esa referencia que nos vale para tener una esperanza más", comentó Alonso en Movistar F1.
Vuelve a aspirar a los puntos tras ser arrollado en Spielberg por el ruso Daniil Kvyat (Toro Rosso) en el primer giro.