"La triple corona sigue siendo un objetivo muy atractivo, que solo un hombre en la historia lo ha hecho (Graham Hill). También estoy intentando ganar el mundial de resistencia y también tengo el mundial de F1, pues también sería una triple corona", ha apuntado.
"Es cierto que cuando tienes Le Mans y solo falta uno, te llama un poco más. Tengo que pensar después del verano qué puedo hacer, pero hoy no quiero ni pensar ni hablar de ello. Sería no disfrutar de este momento", ha asegurado.
De momento, Alonso ha asegurado que hoy "es un día muy importante e histórico", y ha recordado otros españoles que ya alcanzaron antes este éxito, como Marc Gené en la categoría absoluta y Antonio García, en GT.
"Volver a tener la bandera de España en el podio es importante y, en mi caso, después de unirme en esta aventura con las 500 Millas de Indianápolis..., estas carreras históricas del motor y poder ser competitivo junto con los pilotos que son especialistas en estas competiciones me hace sentir muy orgulloso e intento explotar la adaptación que suelo hace en todos los coches", ha apuntado.
Alonso, exhausto por la exigencia de la carrera, ha bromeado con que quizá "sí que duerma con el trofeo. Ya lo tuve en Spa conmigo todo el día".
Ha rememorado algunos instantes de la carrera que cree que han sido cruciales para su equipo. "Hubo un momento ahí por la noche que tuvimos media hora de desconcierto. Íbamos bien y las posiciones estaban medio congeladas para ver cómo evolucionaba la carrera y que no hubiese lucha entre los dos Toyota, y de repente tuvimos un 'safety car' en el que perdimos 40 segundos por entrar en un momento equivocado", ha recordado.
"Y luego tuvimos la penalización de las banderas amarillas (su compañero Sébastien Buemi adelantó cuando no podía) y nos vimos dos minutos y medio detrás y hubo un momento de pánico, que coincidió con que me tocaba a mí el relevo", ha añadido.
"De noche hay algún problema con la temperatura. Los neumáticos bajan un poco la temperatura y yo suelo calentarlos un poco más que ellos (sus compañeros), y sufro cuando hace mucho calor, porque los sobrecaliento, pero por la noche suelo sacarles más rendimiento. Nuestro coche iba mejor en condiciones frías en esta carrera. Estaba el 'set up' para un ambiente frío y nos encontramos una noche fresca", ha destacado
Alonso ha dicho sentirle "orgulloso por el trabajo que hemos hecho de preparación por poder llegar a un campeonato nuevo, los coches nuevos, sistema nuevo y pudiendo ser competitivos desde el primer día. Al mismo tiempo, somos un equipo de seis pilotos que vamos al mismo ritmo, comemos juntos, jugamos juntos a la PlayStation y a las cartas y, por lo tanto, que los dos coches hayan acabado es un trabajo de todos los pilotos. Y que ganase el #7 o el #8 era un situación de quien elige que gane hoy".
Ha reconocido que su entrada anoche cuando su equipo había perdido 2:20 resultó decisiva. "Es difícil saber cuándo cambian las carreras en 24 horas. Hay momentos clave y quizá uno de ellos fue ese, cuando llegó la noche y que entramos un poco en depresión viendo que perdíamos minutos y minutos, y de repente empezamos a ganarlos, y el que viene detrás coge moral", ha relatado.
"En las carrera de resistencia existe la particularidad de que el que está delante no arriesga nada y el que viene detrás hace todo lo contrario", ha añadido un Alonso que ha asegurado que nunca se rinde.
"En Spa, también gané. Cuando puedo, gano y, cuando no, lo intento. Porque lo que nunca hago es rendirme", ha añadido el piloto, quien ha reconocido que la victoria en Le Mans "posiblemente es una de las más importantes de mi vida"
Ha asegurado que ganando en Le Mans no le ha liberado. "No lo juegas todo a un carta. Lo que estoy es contento del resultado bien hecho, bien ejecutado, de la dedicación, de todo lo que le pones. Físicamente, también es dura. Ahora vienen tres grandes premios de F1 y no tengo días para descansar", ha concluido.