Ambos pilotos, además del australiano Daniel Ricciardo, fueron protagonistas en las jornada previa al inicio del GP de Austria de F1, novena carrera del mundial, debido a que el año que viene ninguno de los tres tiene decidido su contrato.
Kimi Raikkonen fue el menos explícito, pero a la vez el más contundente para cerrar cualquier especulación. "Mi futuro se presenta como siempre. Mi situación es la misma que en otros años. Todo esta igual que siempre", aseguró.
Cuando se le insistió sobre un posible interés de McLaren, sí que fue rotundo: "No tengo ningún interés en involucrarme en estas tonterías".
"Siempre se habla mucho, y ahí es donde estamos. He estado en esta situación (sobre su futuro) muchas veces, y no me inquieta", aseguró un Raikkonen que dijo sobre sus opciones en carrera con su coche que ha habido "muchas cosas que no han ido como debían haber ido, y nos han comprometido. No estamos en una situación ideal, pero no es un desastre".
Por su parte, Kevin Magnussen (Haas) admitió que no tiene ninguna opción sobre su contrato porque está en manos de su escudería, y la opción final que tiene ésta sobre él. "No tengo nada que contar. Ellos tienen una opción sobre mi contrato. No tengo opciones de irme fuera, así que no me preocupo", señaló el danés.
Magnussen habló de las buenas expectativas que siempre presenta su equipo, pero que no acaban materializándose en la carrera, bien por errores, accidentes u otros inconvenientes que le están restando potencia a un Haas que podría estar luchando por ser la cuarta escudería, pero que se encuentra lejos de esa meta.
"Nuestro coche es el cuarto mejor de la parrilla, pero tenemos que eliminar esos malos fines de semana. Cuando somos buenos, somos suficientemente buenos para ser cuartos. Pero ahora los Renault (la cuarta escudería, tras Mercedes, Ferrari y Red Bull) nos sacan mucha distancia en términos de puntos y están siendo muy consistentes, quizá demasiado para nosotros", opinó.
A pesar de no concretar esta mejora, Magnussen admitió que siente que tiene un buen coche comparado con el del año pasado, y que desde que estuvo en McLaren "no había subido a un coche tan competitivo".