"¡Ahí está, va a pasar, pásala, ahí está! ¡Fernando Alonso! ¡Ganador en Hungría! ¡El más joven de la historia!". Era 24 de agosto de 2003, el termómetro apretaba y miles (o cientos) de españoles se agarraban al cojín de su sofá: un semi desconocido para el gran público, se convertía en el primer piloto español de la historia en conseguir vencer en un Gran Premio. Ahora, 15 años después, se despide de 'su' competición.
Tras un frustrado paso por Minardi y otros tantos fracasos y abandonos, el genio asturiano llegaría a Renault con la vitola de ser una de las grandes promesas de la competición. Sólo tardó dos carreras en sellar su nombre: llegó a Malasya, hizo la pole y se subió por primera vez al pódium. Todos hablaban de él, incluso Michael Schumacher, su verdadero rival a lo largo de toda su carrera.
El alemán, un hombre hecho por y para la Fórmula 1, aparecía ante los micrófonos y advertía del potencial del joven español. Su profecía se cumplió. Con una actuación para la historia.
No era el favorito, pero sí contaba con un buen número de advertencias a sus espaldas: "Cuidado con el joven Alonso", comentaban entre pasillos. El joven la 'rompió'.
Con 22 años recién cumplidos, con la confianza del italiano Flavio Briatore -jefe de Renault y uno de sus grandes valedores en la competición- Fernando Alonso realizó una magistral carrera en la que, por si la victoria histórica fuese poco, acabó doblando al siete veces campeón del Mundo, al que hablaba de él, al que advertía, a Michael Schumacher.
La promesa ya era una realidad y Antonio Lobato, voz de la Fórmula 1 en España, ya tenía autorización para coronarlo: dejó de ser Fernando para ser 'Magic Alonso'.
Su nombre pasó a la historia en Hungaroring, convirtiéndose con 22 años y seis días en el piloto más joven de la historia en vencer una carrera -el récord duró hasta 2008- y, además, en el primer piloto español en ganar un GP en la F1.
Desde aquella tarde, éxitos, lágrimas, 97 pódiums, 32 victorias, 22 poles y dos títulos mundiales. Un increíble historial que, aunque algunos intentan ridiculizar, nadie puede borrar.
Su sonrisa, permanente, se apaga poco a poco en la Fórmula 1 y hace escasos días anunció que su carrera en la Fórmula 1 llegaba a su fin. "Hace un par de meses decidí que era el momento adecuado. Estoy conduciendo a un buen nivel y quiero decir adiós a este deporte cuando me siento fuerte y no cuando me sienta poco competitivo y no tenga a donde ir. Prefiero tomar yo la decisión, y encontrar nuevos retos que quizás la Fórmula Uno no me pueda ofrecer en estos momentos".
Este fin de semana 'vuelve a comenzar' el adiós de una leyenda. Quince años del día que Fernando pasó a ser Mágico.