La Fórmula 1 ha recibido una grata noticia en la semana previa a su último Gran Premio de la temporada. Se trata de una fotografía que atestigua la ostensible mejoría de Romain Grosjean. El piloto francés protagonizó un gravísimo accidente en la primera de las carreras disputadas en Baréin, hace dos semanas. Sufrió importantes quemaduras en varias partes del cuerpo, además de un golpe en uno de sus tobillos. Ahora el piloto de Haas ha publicado en las redes sociales una foto que da buena cuenta de su progresión.
En ella se aprecia, además de un gesto positivo del propio Grosjean, las secuelas que dejó en su mano derecha el incendio que sufrió su monoplaza. No parece demasiado importante. "Me hace muy feliz tener mi mano derecha libre de vendajes. Montones de crema todo el día, pero se siente bien verlo en tan buena forma", ha descrito el galo, quien espera que su mano izquierda, más dañada que la derecha, esté pronto en el mismo estado.
Grosjean hizo incluso el amago de subirse a su monoplaza para el Gran Premio de Skahir, sólo unos días después de su tremendo percance. De hecho, literalmente se subió al coche, pero pronto comprobó que se trataba de una locura, además de un peligro. No estaba en las condiciones más adecuadas y tanto él como el resto de pilotos del Mundial de Fórmula 1 podrían haber sufrido las consecuencias de dicha temeridad. Grosejan fue sustituido por Pietro Fittipaldi, nieto de una leyenda, Emerson Fittipaldi. Grosjean tampoco correrá en el Gran Premio de Abu Dabi, este fin de semana. Igualmente, Lewis Hamilton lo tiene bastante complicado al tener que guardar cuarentena tras su infección por Covid-19. Necesitaría un permiso especial de la FIA para participar.