Si uno observa la mirada con la que Fernando Alonso ha regresado a la Fórmula 1 podrá encontrar a un león herido. Si uno escucha y lee entre líneas las declaraciones del asturiano, hallará una rabia contenida. Una motivación especial que a sus 39 años, unido a su excelente calidad como piloto, es el motor ideal, nunca mejor dicho, para sacar su mejor rendimiento. Alonso tiene detractores pero bastantes más afines en el complicado mundo de la Fórmula 1.
Para un piloto con tanta fama, sustentada en argumentos de peso, de ser de los mejores en los últimos lustros, disponer de sólo dos Mundiales puede ser chocante. Comparado con los siete títulos de Michael Schumacher y Lewis Hamilton, es poco. Con ambos coincidió sobre la pista, pero Alonso volverá a hacerlo con el británico a partir de 2021. Si en McLaren, su última aventura en la Fórmula 1, no le fue bien, ahora con Renault (Alpine) la ilusión se desborda. "Creo que tenemos el talento, la fábrica y la ambición (para pelear por los primeros puestos). Pero hay que tener los pies en la tierra, porque estamos compitiendo con fabricantes y organizaciones muy grandes", ha dicho el español a Channel 4, en Gran Bretaña.
No rehúye la presión, desde luego. La temporada 2021 se presenta igual de dominante para Mercedes y, por lo tanto, para su excompañero Lewis Hamilton. Los drásticos cambios previstos en la Fórmula 1 se han pospuesto y eso ayuda a prever pocas variantes. Pero si un bicampeón del mundo regresa a los circuitos no lo hace como simple pasatiempo. No son pocos quienes dudan de las capacidades actuales de Alonso para grandes metas. "Lewis está en la cima de su rendimiento. Ojalá podamos luchar contra él pronto, no el próximo año pero sí pronto...", avisa el español. Ahí queda eso.
Alonso, además, se ha vuelto a defender de quienes insisten en calificarlo como difícil de gestionar en un equipo: "Siempre lo repiten los que nunca han trabajado conmigo y contra los que luchamos, como Red Bull". El asturiano sigue acumulando esa rabia dentro de sí mismo que le puede impulsar de nuevo a callar muchas bocas y brillar de nuevo en la Fórmula 1, cosa que no pudo hacer en las últimas temporadas.