La temporada 2021 se espera muy ilusionante para la Fórmula 1. Por diversos motivos, pero en especial serán dos familias ilustres del automovilismo las que presten mayor atención a partir de marzo a los Grandes Premios. Dos apellidos ilustres, Sainz y Schumacher, que centrarán gran parte de la atención de la temporada. Carlos Sainz llega a Ferrari. Es su gran oportunidad. Mick Schumacher, tras su buen paso por la Fórmula 2, debutará de la mano de Haas. Dos muy buenos pilotos a los que, sin embargo, les acompaña la palabra 'junior' detrás del apellido. Sus padres, campeones del mundo de Rally (Sainz) y Fórmula 1 (Schumacher), dejaron el pabellón tan alto que la empresa es difícil.
Poco a poco Carlos Sainz ha ido haciéndose un camino propio lleno de altísimo nivel. No es fácil aterrizar en la Formula 1 de la manera en la que lo hizo el madrileño. Tampoco firmar un progreso tan esperanzador como lo ha hecho el ya piloto de Ferrari. Primero en Toro Rosso, después en Renault y luego en McLaren. Un camino ilusionante que le ha llevado hasta Ferrari a sus 26 años. A pesar de que las perspectivas para 2021 son similares a las de un 2020 donde la escudería italiana no ha brillado, el futuro a medio y largo plazo sí que pinta muy bien en Maranello.
Más difícil aún lo tendrá Mick Schumacher. Si Sainz tiene la ventaja de que su padre tocó la gloria en otra disciplina, el alemán es hijo de nada menos que una leyenda de la Fórmula 1. El heptacampeón mundial Michael, el Kaiser. Su tío Ralf ya tuvo que luchar contra las comparaciones, pero con Mick será todo mucho más emotivo e inevitable. Desde luego, Mick Schumacher viene con credenciales sólidas. Ha sido campeón de la Fórmula 3 Europea (2018) y de Fórmula 2 (2020). Pertenece a la academia de pilotos de Ferrari, donde ya le han trasladado que no tienen prisa, para quitarle la presión que llevará por su apellido.
De hecho, en la escudería italiana le han puesto al alemán como ejemplo la progresión de Carlos Sainz. La paciencia, el hecho de dar cada paso a su tiempo y dejar que la evolución no corra más de la cuenta, nunca mejor dicho. Mick tiene sólo 21 años. Cumplirá 22 justo durante el primer Gran Premio de la temporada, en marzo. Un 2021 en el que los hijos de dos ilustres del automovilismo, Sainz y Schumacher, quieren terminar y empezar a quitarse la palabra 'junior' de sus carnés.