Carlos Sainz va a subirse a un Ferrari. Lo que debería ser algo fuera de lo excepcional tiene el carácter de extraordinario para el piloto español. El madrileño empieza este lunes lo que promete ser una gran semana. Será la primera en la que se suba, de verdad, a un monoplaza de Ferrari en un circuito. Sainz pilotará el Ferrari SF71H, el coche de la temporada 2018. Lo hará el miércoles y el jueves en Fiorano, el circuito privado de la escudería italiana. Es el regalo que le prometió Mattia Binotto hace unas semanas y que tiene al español como loco.
De esta manera Ferrari amplía su ambicioso programa de test. Algo parecido a lo que hizo Renault, hoy ya Alpine, con Fernando Alonso a finales de 2020. No sólo Sainz tendrá esta oportunidad, sino también jóvenes pilotos de Ferrari y su compañero en la Fórmula 1, Charles Leclerc. No obstante, el salto cualitativo que dará el madrileño en su periodo de adaptación al equipo será grande. Las pruebas durarán toda la semana, pero será a mitad de la misma cuando le toque al español.
"Piñón sabe que algo especial va a pasar esta semana...", escribió el propio Carlos Sainz en instagram mientras mostraba una foto con su perro, al que visitó en su corto descanso en tierras españolas este fin de semana. Hasta ahora, el madrileño se ha limitado a trabajar en Maranello con el simulador de Ferrari. Probar las sensaciones reales en la pista será un paso más, aunque sea con el coche de hace dos temporadas. Leclerc lo hará el martes, confirmando que ya está recuperado de la Covid-19. También le tocará a finales de semana a Mick Schumacher, de Haas, equipo vinculado a Ferrari. El hijo del Kaiser debuta este año en la Fórmula 1.