La petrolera saudí Aramco impulsa la marca Aston Martin que pilota Fernando Alonso en el Mundial de F1, que empieza en Bahréin este fin de semana. Una inversión de 647 millones de euros. Y un coche que asombra en los test de pretemporada. Los concesionarios en Madrid venden coches de esta firma de gama alta por más de 200.000 euros. De momento, la clase media ya pide gorras y camisetas del piloto asturiano. El número 33, la victoria que persigue Alonso, está de moda.
Estos son los primeros brotes verdes de un proyecto que nació en 2018 cuando el equipo de F1 Force India entró en concurso de acreedores a mitad de temporada. El magnate canadiense Lawrence Stroll compró el equipo, saldó su deuda, colocó a su hijo, Lance, como piloto y empezó a poner los cimientos de lo que es hoy el equipo.
Aprovechó también el momento de dificultad que atravesaba la compañía británica y repitió la operación; asegurándose también que le permitían poner el nombre de Aston Martin al extinto Force India que por entonces se llamaba Racing Point.
La marca británica tiene como patrocinador principal a la petrolera Saudí Aramco, que también patrocina a la F1. Una asociación que ha pasado de ser un mero patrocinio a estar involucrado, a través de inversión, en el ambicioso proyecto de la marca.
"La asociación refleja el compromiso de Aramco con la visión, la determinación y las capacidades del equipo de dirección y de competición de Aston Martin para impulsar el progreso continuo y lograr el éxito en la F1", reconoció a EFE Talal Al-Marri, director general de asuntos públicos de Aramco.
Empresa gestionada por el gobierno Arabia Saudí, país del que el Fondo de Inversión Pública (PIF), dirigido por el príncipe heredero, Mohammed bin Salman, compró el 16,7% de Aston Martin en julio de 2022 además de aportar una inyección de capital de 647 millones de euros, según medios especializados.
Así, el país saudí es el segundo máximo accionista de una Aston Martin que ha cambiado su paradigma y cada vez reúne a más marcas.
Su coche está lleno de patrocinios en una F1 que cotiza al alza. Además de sus dos socios principales, cuentan con otras 24 marcas que han querido asociarse a Aston Martin. Un banco, una empresa de grúas, gafas de sol, seguros, redes sociales... el proyecto despierta interés.
Sin embargo, el éxito no llega solo a través de la inversión financiera. Por ello, el ambicioso objetivo de "ganar" de Lawrence Stroll pasa por las nuevas instalaciones del equipo. De Northamptonshire a Silverstone -centro neurálgico de la F1-, con 35.000 metros cuadrados de superficie a 26 kilómetros de distancia en el Reino Unido.
Nueva fábrica, nuevo túnel del viento - actualmente usan el de Mercedes y es un elemento clave para analizar las mejoras del coche antes de sacarlas a pista- e instalaciones a la vanguardia -de la mano de su 'tittle partner' Cognizant, empresa tecnológica-.
Operativa desde mediados de 2023, Aston Martin ha invertido unos 225 millones de dólares en ella, según el plan previsto anunciado por el equipo.