Fernando Alonso, una vez más omnisciente en el GP de Miami: ¡miraba lo que hacía Stroll en las pantallas a máxima velocidad!

Fernando Alonso está en otro nivel. A sus 41 años mantiene el talento y el hambre intactos, y demuestra que la experiencia es un grado. Pero no es solo veteranía la del asturiano, sino inteligencia para leer la carrera mejor que nadie, y ser capaz de ver otras cosas cuando los demás solo pueden mirar lo que tienen delante. Y en el Gran Premio de Miami a dado una nueva muestra de ello.

El piloto de Aston Martin ha repetido su acción del Gran Premio de Arabia Saudí, mirando las pantallas del circuito mientras pilotaba, hablando con el equipo sobre una maniobra que había realizado Lance Stroll. Un gesto al alcance de muy pocos, que demuestra una vez más su dominio de las carreras.

Fernando Alonso ha conseguido el cuarto podio de la temporada, sumando el 102 de su carrera deportiva, lo que le mantiene tercero en el Mundial de Pilotos. solo tiene delante a los Red Bull, inalcanzables en 2023. Es el líder del resto, y con gestos como el de hoy demuestra que podría luchar por el Mundial si tuviese un coche para ello.

Fernando Alonso vuelve a mirar las pantallas

Vas a 300 kilómetros por hora rodeado de muros, a 50 grados en el cockpit y con pilotos presionándote por detrás mientras intentas alcanzar a los de delante, cuidando las gomas y ahorrando gasolina. Cualquier humano normal colapsaría mentalmente, mientras que los pilotos de Fórmula 1 son capaces de gestionar todo ello. Sin embargo, Fernando Alonso siempre va un paso más allá.

Corría la vuelta 50 del Gran Premio de Miami cuando el asturiano abría la radio para hablar con su ingeniero y dejarnos una de sus frases del fin de semana: "¿En que posición va Lance? Ha hecho un gran movimiento en la curva 1", sentenciaba Alonso.

Unas palabras que dejaban boquiabiertos a todos, ya que demostraba que una vez más Fernando iba mirando las pantallas mientras conducía para seguir la carrera y saber más que nadie. Una acción impresionante de un piloto que nunca deja de sorprender.