Carlos Sainz consiguió en Singapur su segunda victoria en Fórmula 1, la primera de esta temporada y la primera de un coche no Red Bull. Además del buen ritmo de su Ferrari y de una brillante parada en boxes, la inteligencia del madrileño a la hora de leer la carrera fue clave para ganar.
En las últimas vueltas de la carrera el ingeniero de pista de Carlos Sainz le avisó de que Lando Norris - que marchaba segundo - había entrado en zona de DRS con él. La sorpresa llegó cuando el piloto madrileño le dijo por radio a su ingeniero que lo había hecho "a propósito".
¿Por qué no tirar para intentar abrir hueco con Lando Norris en vez de dejarle que se acercara? La explicación es cuanto menos inteligente. El piloto de Ferrari mantenía en zona de DRS al británico - amigo de su etapa en Mclaren - para que éste pudiera defenderse de los Mercedes. Hamilton y Russell venían con mejores neumáticos y con buen ritmo y sin el DRS de Carlos Sainz, a Norris le hubiese resultado imposible defenderse de ellos, lo que habría terminado con los Mercedes en segunda y tercera posición y consecuentemente, comprometiendo la victoria de Carlos Sainz JR.
Leer las carreras más allá es clave para los pilotos. Aunque los ingenieros están pendientes de todo desde el muro, aportar la visión desde dentro de la pista resulta casi igual o incluso más importante. No cabe duda tampoco que Carlos Sainz quería tener a Lando Norris a su lado en el podio y es que durante su etapa en Mclaren, ambos amigos soñaron con estar algún día subidos los dos en lo más alto del podio. Ese sueño no pudo llegar con los dos vestidos con los colores de la escudería británica, pero sí ahora con el madrileño en Ferrari.