Fernando Alonso tiene por delante una misión muy importante: volver a ilusionar a todos los aficionados. El español no terminó la pretemporada con grandes sensaciones. Las prestaciones del AMR24 eran una incógnita, pero el cambio de chip fue un alivio para todas las partes. Aston Martin siempre confió en el trabajo realizado en invierno, y se demostró durante la clasificación y en los entrenamientos libres de Bahréin. Este sábado, Alonso saldrá desde la sexta posición; y dentro de sus objetivos está el de luchar por el podio.
"He tenido sensaciones contrarias de los test a los de este fin de semana. En los test no estábamos muy en control de lo que hacíamos; no respondía en lo que queríamos conseguir. Este fin de semana ha sido todo lo contrario. Ha sido bonito ver el progreso. Mañana es la carrera. Tenía ganas de esta clasificación y ha sido una sorpresa increíble verme competitivo", reconocía el propio Alonso nada más terminar la clasificación.
Poco después también se mojaba, yendo más allá. Para Alonso, el podio es una opción muy real. Él mismo explica que antes de la clasificación no podía afirmar que iba a luchar por terminar la carrera entre los tres primeros; tras lograr la sexta plaza, el discurso cambió. "Veremos, si me hubieras preguntado ayer, era al 100% imposible, pero ahora no puedo decir eso, así que son buenas noticias", confesaba en Sky Sports.
Todo, tras un mensaje durante la clasificación que dio a sus ingenieros de Aston Martin. Fueron pocas palabras, pero el revuelo que éstas causaron no tiene comparación con absolutamente nada. "Estoy conectando con el coche, va muy bien", apuntaba el español mientras conducía el AMR24. Unas declaraciones que denotan la confianza que existe con el nuevo monoplaza.