Hay lío en Red Bull. Hace pocos días, antes de que empezase oficialmente el Gran Premio de Bahréin, la marca austriaca dejó al margen todas las acusaciones que Christian Horner había recibido por 'conducta inapropiada'. Tras meses de investigación interna, el británico seguirá en 2024 como jefe de la escudería. Para Red Bull, ya a nivel deportivo, la temporada no podía haber empezado mejor: victoria para Max Verstappen - con pole y vuelta rápida incluida- y segunda posición para Checo Pérez.
"Creo que ha ido mejor de lo esperado. Teníamos mucho ritmo y ha sido un disfrute pilotar. Es especial tener esta clase de días. Todo se ha sentido genial desde el principio. La salida ha sido buena, pero las primeras curvas son muy justas. De ahí en adelante nos hemos podido centrar en mantener la posición. Ahora un par de días para descansar y a por la segunda carrera del año", explicaba nada más bajarse del RB20 el piloto neerlandés.
Pero los efectos colaterales del 'caso Horner' pueden ser mayúsculos. Varias informaciones indican que ya existe una clara división de opiniones en Red Bull por culpa de las graves acusaciones hacia Horner. Uno de los que está más en contra de que continúe en la escudería es Jos Verstappen. Y no solo se encuentra enfadado con el equipo y con Horner, sino que en Bahréin se le vio hablando con Toto Wolff.
El contexto en Mercedes es claro: Lewis Hamilton estará en Ferrari en 2025 y necesitan colocar a alguien en su asiento. Pese a que la figura de Fernando Alonso cogía mucha fuerza para ese hueco, las últimas imágenes de Wolff con Verstappen y la mala relación que hay en Red Bull entre Horner y Jos pueden terminar en un movimiento histórico. ¿Podría Wolff convencer a los Verstappen para estar en Mercedes la temporada que viene? "Todo es posible", confiesa el jefe de la escudería alemana.