Carlos Sainz pudo quedarse sin victoria por una tontería: lanzó los guantes por la emoción antes de tiempo 

La euforia, en ocasiones, lleva a hacer cosas que no se piensan en un momento. Una celebración por un triunfo poco o nada esperado suele ser una situación en la que este sentimiento inunda y lleva a tener gestos que sorprenden a los que rodean. Eso sucedió al finalizar el Gran Premio de Australia del pasado fin de semana en el que Carlos Sainz se llevó el triunfo. Tras salir del coche, y 15 días después de ser operado de apendicitis, fue a celebrarlo con sus mecánicos lanzando sus guantes hacia ellos. Algo que no está permitido por el protocolo de la competición.

Carlos Sainz consiguió su tercer Gran Premio en Australia

Afortunadamente, se dio cuenta de que los necesitaba para el pesaje obligatorio posterior a la carrera y, tras abrazar a Lando Norris, se dirigió a un miembro de la FIA. "Es que he tirado los guantes", le comentó preocupado, a lo que el comisario quitó hierro al asunto señalando que "da igual".

Posteriormente, el piloto madrileño volvió a tener un bonito gesto con su compañero de equipo Charles Leclerc celebrándolo junto al monegasco en el podio. Algo que ya hizo durante la carrera pidiendo al equipo por radio que se acercara su compañero. "Decidle a Charles que se acerque y celebramos juntos", comentó a escasos metros de su tercera victoria en la Fórmula 1.

Un Gran Premio que fue difícil físicamente para él. Se perdió el de Bahréin por una operación urgente de apendicitis, siendo suplido por un Oliver Bearman que acabó en séptima plaza. Sin embargo, tenía claro que en el circuito de Albert Park debía de estar, y lo hizo. Segundo en la clasificación y en carrera consiguió superar al actual líder, Max Verstappen, que se veía obligado a abandonar. Era el primer abandono desde 2022 del neerlandés.

Algo que supo aprovechar el piloto del Cavallino Rampante para sumar su tercer Gran Premio de la carrera en un momento en el que todavía se desconoce la escudería que defenderá el próximo año.