Fernando Alonso está teniendo un inicio de 2024 algo movidito. Uno de los problemas más destacados que tuvo fue en el Gran Premio de Australia. La acción la recuerda todo el mundo: en las últimas vueltas protagonizó una acción con George Russell que supuso el fin de la carrera para el inglés. "No hay obligación de dar 57 vueltas de la misma manera. A veces tenemos un ritmo más lento, para ahorrar combustible, para ahorrar neumáticos, para ahorrar batería", explica el asturiano.
"Y a veces vamos despacio en las curvas, o en algunos sectores de la pista, para dar el DRS al coche de detrás porque eso será una herramienta útil si el otro coche que va por detrás va más rápido. Recibimos una penalización, probablemente única, que nunca se volverá a aplicar. Fue la penalización más dura de la temporada, creo, en términos de tiempo por vuelta, lo cual es extraño, pero el hecho de que recibiese una sanción", zanjaba Alonso antes de iniciarse el Gran Premio de Suzuka.
Los efectos colaterales de esta situación persisten actualmente, y uno de los comisarios del Gran Premio tiene serios problemas que él mismo reconoce. “La mayoría de amenazas de muerte eran de españoles. Fui comisario en el GP de Australia y las repercusiones fueron terribles. Tengo suerte de tener los hombros anchos, me parece patético que me señalaran a mí. Había mensajes con emojis de puñales en la parte inferior de la pantalla, gente que decía ‘sabemos dónde vives, iremos a por ti. La mayoría eran españoles, deberían haberlo entendido, porque estaba muy claro cómo y a qué decisión se había llegado en el comunicado que se emitió. La gente también decía que, como nunca había sido campeón del mundo, no estaba cualificado para opinar”, opina Johnny Herbert en Crash.net.
“Las amenazas duraron dos semanas y siguen llegando, es parte del mundo de las redes sociales, donde todo el mundo tiene una opinión, pero no tiene hechos que la respalden. Los comentarios sobre saber dónde vivía, los puñales y las amenazas de que me iban a hacer daño. No entiendo la mentalidad de la gente que hace eso, no son verdaderos aficionados a la F1 y estoy seguro de que Fernando se avergonzaría si supiera que sus fans están haciendo eso”, denuncia Herbert.