El sexto puesto de Fernando Alonso y la séptima posición de Lance Stroll en Canadá han dado algo de alas a un Aston Martin que sigue buscando soluciones a marchas forzadas. Pese a ser un buen resultado, más teniendo en cuanta lo que pasó en las últimas carreras, está bastante adulterado. Y es que, para conseguirlo, los británicos necesitaron que los dos Ferrari y Checo Pérez quedaran fuera de puntos.
Llama poderosamente la atención las continuas informaciones de los últimos días en una misma dirección: la búsqueda de nuevos ingenieros para Aston Martin. Han sonado nombres como el de Adrian Newey o el Mattia Binotto para unirse a la escudería británica, lo que da a lugar a pensar que Lawrence Stroll ha perdido la confianza en su área técnica.
Aston Martin hizo un gran desembolso económico para fichar muy buenos ingenieros, procedentes de Mercedes, Red Bull y Ferrari, hace menos de dos años, y tras obrar el milagro en 2023, ahora son incapaces de encontrar soluciones al pobre rendimiento en pista de los monoplazas de Fernando Alonso y Lance Stroll. Los ingenieros de Aston Martin parecen perdidos -así tal cual lo define Antonio Lobato en el canal de YouTube de SoyMotor- y a Lawrence Stroll se le empieza a acabar la paciencia. No se entiende por tanto como se puede pasar, en pocos días, de presumir públicamente del talento técnico de Dan Fallows a prácticamente iniciar un casting público para buscar nuevos responsables técnicos.
Lo que es evidente es que el equipo de Fernando Alonso lleva casi un año completo sin encontrar una sola mejora que funcione y el área técnica es la única parcela responsable de ello. Este gran problema no quita que el piloto asturiano siga confiando en la capacidad de su equipo, pero con vistas más a 2026 y adelante y no tanto a la presente temporada y a la de 2025, el último año de transición antes de la llegada de los nuevos monoplazas.