Fernando Alonso y Aston Martin están atravesando uno de los momentos más complicados desde que empezaron a trabajar juntos. Los inicios, como si de una película de amor se tratase, siempre son muy bonitos. Las primeras veces, los primeros podios o la ilusión por ver cómo evoluciona una relación que apunta maneras. Tal vez así se sintieron todas las partes la pasada temporada, cuando Alonso logró un total de ocho podios. Pero, como en cualquier relación, llegan momentos en los que toca apechugar. Aceptar que la situación es complicada, pero que seguís apostando el uno por el otro. Y ahí fue cuando llegó la renovación hasta 2026. Pero hay más: los malos momentos llegan. Las diferentes crisis, incertidumbre. Miedo. Aún así, Alonso y Aston Martin siguen confiando plenamente el uno en el otro.
Esa confianza se centra sobre todo en la próxima temporada. Dejando ya al margen la comparativa anterior, la realidad es que poco a poco los resultados parecen mejorar. Durante el Gran Premio de Silverstone se pudo corroborar un importante paso adelante. Los dos monoplazas de la escudería británica hicieron acto de presencia en la Q3; ya en carrera, Lance Stroll terminó séptimo y Alonso octavo. Un resultado que ayuda a ver la luz al final del túnel, sobre todo a las puertas del Gran Premio de Hungría, un fin de semana que el propio piloto asturiano marcó en rojo.
Más allá de las posibles mejoras que puedan llegar, el 2024 de Fernando Alonso deja mucho que desear. Sobre todo teniendo en cuenta el curso pasado. Actualmente, el asturiano es noveno en la clasificación general con 45 puntos. Pero no solo se está quedando rozando el top10, es que el octavo clasificado está a años luz. Alonso se encuentra en tierra de nadie, y en lo que resta de temporada será muy complicado -y menos tras ver cómo se encuentran últimamente- a los Mercedes. Porque sí: si Alonso suma 45 puntos, en octava posición está un Lewis Hamilton con un total de 110. Más arriba se ubican George Russell (111), Checo Pérez (118) u Oscar Piastri (124).
En tierra de nadie y con el objetivo de quedarse por delante de Lance Stroll. Ese será, seguramente, el reto que tiene Alonso en lo que resta de temporada. Su compañero de equipo solo tiene 23 puntos, pero cualquier cosa podría pasar. Amarrar esa novena posición y seguir sumando en todas las carreras debe ser la premisa de Alonso. Mientras tanto, obviamente, mejorar las prestaciones de un monoplaza que ha pasado de luchar con McLaren y Mercedes a hacerlo directamente con Alpine o Haas.
Mientras todo eso sucede, en Aston Martin se frotan las manos con el futuro. La escudería británica es consciente de que este mal tramo se encuentra dentro de una lógica evolución. En 2023 no se esperaban dar un paso tan importante, pero tampoco preveían un 2024 tan negativo.