La temporada 2024 de la Fórmula 1 abrió una herida en la relación entre Max Verstappen y George Russell. Todo comenzó en la sesión de clasificación de Lusail, donde el tetracampeón fue sancionado por un percance con el de Mercedes.
Una guerra abierta en la que el neerlandés criticó a Russell diciendo que tenía una 'máscara' puesta. El británico no se quedó callado y contó las amenazas de su rival. El número 1 de Mercedes no quiere que las cosas se vuelvan a repetir, llegando a puntos tan críticos como los de la previa de Qatar y Abu Dabi. En ambas carreras, Russell confesó que pensaba que Verstappen le iba a chocar a propósito.
El de Norfolk ha avisado en el F1 75 de Londres, donde se encontraron todos los pilotos y equipos, que no se andará con bromas en esta temporada. Lo de Verstappen "es el pasado" y parece haberlo perdonado. "Las cosas se salieron de madre y he dejado claro que no voy a tolerarlo más", añadió dejando atrás lo sucedido, pero sin olvidarlo. Parece que las cosas se han solucionado, aunque "no hemos hablado. No tengo quejas sobre él, su conducción y otras cosas" terminaba de decir sobre el de Red Bull.
Cree en sus posibilidades y mantiene sus buenas sensaciones, así lo reflejó cuando dijo que "soy más fuerte cada año aunque las cosas parezcan diferentes. El equipo está conmigo". Russel está enfocado en su objetivo: ganar. "Es en lo que me centro", afirmó. "No cambio mi forma de ser. Lucharé con Verstappen y con otros pilotos. El objetivo es el mismo. Así que veremos quién se lo lleva en Melbourne", un reto que lanzó al aire contra sus rivales. El inglés no piensa ceder en su primera temporada como líder del equipo tras la marcha de Hamilton a Ferrari.