Carlos Sainz encaraba el Gran Premio de Bahréin con una confianza mucho mayor respecto a otras carreras de la temporada. El hecho de haber clasificado en octava posición ya le ayudaba a ser más optimista que en Australia o Japón. Tanto fue así, que en la salida, Sainz pudo remontar hasta dos posiciones. Consciente de que, aún así, su carrera iba a librarse con pilotos como Lewis Hamilton, Yuki Tsuonda o Esteban Ocon por los puntos, la ilusión en las primeras vueltas estaba intacta. Incluso llegó a batallar con Max Verstappen por la sexta posición.
"Es un paso adelante, algo mejor de las primeras carreras. Pero es verdad que hay que seguir en esta línea, probando cosas y dando pasos adelante. No quiere decir que vaya a hacer siempre Q3 y estas clasificaciones, aunque sí que sabía lo que hacía el coche, sabía como mejorar y fui dando pasos adelante", explicaba desde Baréin en declaraciones recogidas por MARCA. "Será una carrera complicada. Hay dos coches detrás, el de Hamilton y el de Tsunoda, mucho más rápidos, intentarán atacar. Dudábamos si poner neumático nuevo o guardarlo. Veremos donde llegamos. Tenemos que seguir mejorando y progresando", añadía el madrileño.
La salida en el Gran Premio de Bahréin fue una de las más limpias de la temporada hasta la fecha. Si bien hubo alguna pasada de frenada, no existieron lo toques o las maniobras peligrosas que a veces sí se ven en estos contextos. Lo que sí se pudo ver es a un Oscar Piastri manteniendo la primera posición pese a una intentona de George Russell. También cabe destacar la salida de Lando Norris o, cómo no, la del mencionado Sainz.
El piloto de Williams logró su mejor clasificación hasta la fecha, y partiendo desde la octava posición, el español dio un paso adelante. Cuando se apagó el semáforo, Sainz no tan solo evitó el perder alguna posición, sino que ganó dos. Lo más destacable es el haber adelantado a Verstappen. Luego, con el paso de las vueltas, el propio Max le devolvería el adelantamiento, dejando una breve pero bonita batalla entre ambos.