Después de dos años que califica de "camino traumático" en Honda, el piloto catalán de MotoGP Pol Espargaró (Granollers, 1991) regresa a KTM, bajo las siglas del equipo GasGas, un proyecto que afronta con tranquilidad, pues, según explica en una entrevista con EFE, la fábrica austríaca "está volcada con el proyecto".
El piloto catalán se muestra expectante para la primera prueba del Mundial de 2023, que se disputará en Portugal, donde espera adaptarse bien a la moto.
"El año pasado les costó muchísimo en este Gran Premio, por el compuesto que llega a Portugal, que por lo que sea no acaba de adaptarse a la moto. Están trabajando para que el fin de semana sea más llevadero y podamos empezar la temporada con un buen resultado", comentaba Espargaró sobre su primer Gran Premio con su nueva moto.
Además, el piloto de KTM comenta que deben ir con calma antes de ponerse objetivos al largo plazo: "Tenemos que esperar para ver por dónde irán los resultados. Tenemos que estar luchando con las KTM, con el equipo oficial, ese es el objetivo que nos hemos puesto, ser los más rápidos dentro del grupo PIERER Mobility. No es fácil, porque están Brad Binder y Jack Miller en el equipo oficial y son pilotos muy rápidos".
"Fue un camino bastante traumático porque cuando empiezas un proyecto así lo haces con las expectativas más altas posibles. Hubo muchísimas caídas, eso merma mucho la confianza. Y el desarrollo de la moto, con la ausencia de Marc Márquez, se paró bastante los dos años. Las otras fábricas empezaron a mejorar mucho y nosotros nos quedamos atrás", comentaba Pol Espargaró sobre su experiencia en la escudería japonesa.
Una decisión que le ha hecho crecer y aprender que tiene que pensar más la toma de decisiones. "Tanto en una carrera deportiva como en la vida, las decisiones las tomas escogiendo la que crees que es mejor. Una vez decides ya no hay vuelta atrás", comentaba el catalán que espera un 2023 más tranquilo que los dos años pilotando la moto de Honda Repsol.