Marc Márquez resolvió todas las dudas respecto al nivel que puede dar este 2024 en el Mundial de MotoGP. El piloto catalán dejó unas grandes sensaciones, y lo hizo desde los primeros entrenamientos libres. Debutando en un Gran Premio con Gresini, Márquez tenía muchas dudas sobre cómo iba a ir desarrollándose el fin de semana. Pese a que no subió al podio ni en la 'sprint' ni en la carrera del domingo, corroboró que tiene el nivel suficiente para luchar por absolutamente todo esta temporada. Incluso sus rivales ya lo ven como un contendiente más al título de la categoría reina.
"Ha sido una carrera bastante de estrategia; sobre todo de conservar neumáticos. En mi caso tenía que conservar el delantero, en el caso de los otros, más el trasero. Sabía que, con mi estilo de pilotaje, el delantero me duraba unas ocho vueltas; que es lo que duró ayer en la sprint, y es lo que he hecho. He podido cazar un poco a Martín, pero él ha reaccionado muy bien. Me dices ‘cuarto en la primera carrera’ cuando probamos la moto en Valencia, y hubiese firmado", confesaba el piloto catalán tras la carrera.
Márquez, durante toda la pretemporada, tiró de cautela cuando le preguntaban sobre sus aspiraciones. Siempre salía con evasivas, con los mismos argumentos: once años en Honda, muchas lesiones, varias temporadas sin estar regularmente arriba, etc. Sin embargo, una vez se vio en esas posiciones con Ducati, su mente hizo un cambio de chip. "Me he visto en el podio", reconocía el propio Marc nada más bajarse de la moto en el box de Gresini.
"Lo he intentado, pero me he quedado sin neumático delantero. Cuando me ha pasado Pedro Acosta he hecho un click, porque sino iba a quedarme atrás. He visto que faltaban ocho vueltas... si hubiera intentado mejorar 2-3 décimas, el neumático delantero hubiera sufrido mucho y no habría terminado la carrera", explicaba el propio Márquez a todos sus nuevos mecánicos.