Se podría decir sin miedo alguno que Marc Márquez tiene por delante una segunda juventud. Pasada ya la treintena, el piloto catalán afronta una de las etapas más importantes de toda su carrera deportiva: la de intentar volver a ganar. Han pasado ya varios años desde que Márquez levantara su último título de MotoGP. Allá por 2019, el aún piloto de Honda parecía invencible. Sin embargo, las lesiones, las operaciones y la falta de desarrollo por parte de la marca japonesa, obligaron a Marc a cambiar de aires. Ya en Gresini la cosa cambió. Este 2024 acumula un total de cuatro podios, cinco medallas en la sprint y una pole; unas cifras que le ayudaron a firmar con el equipo oficial de Ducati para el 2025.
"El enfoque es completamente diferente. La lesión del 2020 me enseñó mucho como persona y también como profesional. Ahora entiendo que ser el número uno no es lo normal. Lo normal es quedar segundo, tercero, cuarto, quinto, sexto... El que gana es 'el especial'. Seguiremos intentando volver a ser ese alguien especial en el futuro, pero tenemos que esperar nuestro momento", confiesa el catalán en SpeedWeek.
En la revista alemana, Márquez va más allá. Habla sobre su futuro, pero no a corto plazo con Ducati. Marc quiere volver a lo más alto tras pasar, seguramente, por los peores años de su vida. Ahora está recuperando las buenas sensaciones y con una moto oficial, el 2025 puede ser una vuelta a 'su' realidad. "Nunca se sabe, pero no deseo que éste sea mi último contrato en MotoGP. Quiero quedarme más tiempo, incluso me apetecería firmar dos años más después", confiesa el piloto del Gresini Racing.
Su temporada actual está a la altura de luchar por el título. Aunque él mismo reniegue de esa etiqueta, Márquez se encuentra tercero en la clasificación general. No obstante, el hecho de no haber ganado ninguna carrera y tras ver el enorme nivel de Pecco Bagnaia y Jorge Martín, hace que Marc quiera seguir con un cauto mensaje. "Me siento competitivo. Y eso significa estar entre los seis primeros en cada carrera. Ser muy competitivo ya sería estar entre los tres primeros, y para ganar el mundial necesitas todas las herramientas, tenerlo todo en el lugar correcto, que no es mi caso en este momento", apunta.
"Hoy en día los jóvenes llegan con un ritmo diferente, sin lesiones y con instinto natural. Cuando sigo a Acosta, Martín o Bagnaia, que son cinco o incluso más de diez años menores que yo, pilotan con naturalidad. A veces no piensan mucho en la moto. A veces esto puede ser positivo. Entiendo que este es el proceso natural en la vida de todo deportista", reflexiona el catalán. "No sé si este declive ya ha comenzado para mí o si será necesario otro año o tal vez dos o tres. Lo entenderemos en unos cinco años", zanja.