Marc Márquez reconoce por qué vendió uno de sus coches más valiosos: "Me daba vergüenza ir con él"

Marc Márquez está a las puertas de empezar una nueva temporada en el Mundial de MotoGP. Una que parece esperanzadora para todos sus fans. Y es que, tras superar un calvario con Honda y recalar en Gresini, este 2025 estará en el equipo oficial de Ducati. La mejor moto de la parrilla la pilotará uno de los mejores pilotos, y solo con eso ya gana enteros para ser un firme candidato al título. Márquez lleva muchos años en el Mundial, y otros tantos luchando por estar 100% físicamente. Su periplo más reciente empezó en 2020, con una dura caída en Jerez que terminó de la peor manera posible: muchas operaciones en el brazo derecho y la decisión final de abandonar Honda para volver a ganar.

"Cuando una lesión dura seis meses mantienes la motivación. Cuando dura tres años... fue difícil. Me ayudó mucho a valorar lo que había hecho hasta el momento. Yo tenía automatizado que ganar era lo normal. En el deporte y en cualquier sitio vives del presente, no del pasado. Tenía ganas de parar, de dejar de correr. Para eso lo único que pude hacer es dejar Honda, con contrato en vigor, e irme a la mejor moto", resume Márquez en un podcast de Imagin.

Marc Márquez y sus dos coches de alta gama

En una conversación con Miki Núñez, es el propio Márquez quien confiesa cómo fueron sus inicios en el Mundial y apunta que los bonnus de MotoGP son muy suculentos. "El bonnus... depende. Depende del contrato. El del primer año era de más de un millón. Normalmente, cuando eres 'rookie', entras en un equipo con un fijo bajo y un bonnus alto. Esto es así porque la estadística dice que los novatos no ganan. Yo iba a por la mejor moto, luego están los managers", reconoce el piloto catalán al recordar que en 2013, siendo 'rookie' de MotoGP, levantó el título.

Tras muchos años en el Mundial, los caprichos de los deportistas de élites no suelen variar mucho. Entre otras cosas, los coches de lujo están a la orden del día. Para Marc, eso no supone mucho dolor de cabeza. Es más: únicamente se ha comprado dos coches de ese calibre y ya no son de su propiedad. "Algún capricho, pero pocos. Los coches... sin más. En toda mi vida, me he comprado dos coches. El primero fue un Porsche Turbo S y a los 4.000 kilómetros lo vendí. Me daba vergüenza ir con ese coche. Era muy bonito, me gustaba. Al venderlo me compré un Audi RS 6, que justo lo vendí ayer. Dos coches me he comprado. Me gasto dinero en motos de entreno, camiones de entreno, a full", apunta Márquez.