Marc Márquez tiene muy claro lo que quiere de esta temporada: ser de nuevo Campeón del Mundo de MotoGP. Para ello, el cometer los menos errores posibles es de vital importancia. En un fin de semana donde no pudo lograr la 'pole', sale siendo líder en la general y con una ventaja a favor de 22 puntos respecto a su hermano Álex Márquez. Todo, tras ganar la 'sprint' el sábado, terminar en segunda posición la carrera en Le Mans y, sobre todo, aprovechar a las mil maravillas los errores de Álex y Pecco Bagnaia. Porque si en Austin y Jerez fue Marc quien se cayó en carrera, esta vez les ha tocado a ellos.
"Es de las más locas, sobre todo porque había diferentes estrategias. Ha habido un momento en el que no sabía como iba. Se ha hecho larga, es de esos días en los que se puede gastar comodín, pero ya los había gastado en Austin y Jerez, así que he estado lo más concentrado posible. Normalmente, soy yo el que inventa, y hoy he decidido minimizar riegos, porque ya había cometido dos errores y no me lo podía permitir, ya no por los puntos, sino también por la confianza, así que decidí hacer lo mismo que hizo Alex", resume Marc en DAZN.
La carrera ha dejado muchas imágenes, pero lo visto en el inicio con los cambios de motos, la incertidumbre por culpa de la lluvia, etc. crea una sensación de pura incertidumbre en todos los pilotos. "El único momento en el que he dudado ha sido en la sighting lap, que he visto que Pecco iba a parrilla y he esperado para ver qué hacía Álex. En carrera me lo he tomado con calma, porque si tocaba una línea blanca me caía, aunque los tenía controlados. Cuando Fermín ha tirado una vuelta más no lo veía claro y he entrado", cuenta el piloto catalán de Ducati.
"Lo dije en Jerez, si quiero luchar por el campeonato no me puedo permitir esos errores. Los momentos más duros hoy han sido las últimas cinco vueltas, porque la concentración se va y es difícil. Cuando voy al 100% me salen las cosas con el instinto, y cuando no, me relajo", zanja desde Le Mans.