Aitana Bonmatí, su fútbol y su carácter desde sus inicios con los chicos
A pesar de sus 21 años, Aitana Bonmatí es una de las piezas claves del Barça y una de las internacionales de Jorge Vilda en el Mundial de Francia 2019. La centrocampista de San Pere de Ribes es la joya de La Masia y ha conseguido debutar en un Mundial absoluto.
Es campeona de Europa sub 17 y sub 19, y subcampeona Mundial sub 17 y sub 20. Ella se define con carácter, no le quedó otra cuando comenzó a jugar con chicos, y admiradora de Xavi e Iniesta. En una entrevista a ElDesmarque nos ha contado cómo fueron sus inicios, su largo camino hasta llegar al primer equipo y cómo le cambio esa final de Budapest.
¿Cómo está el equipo después de conocer el cruce con Estados Unidos?
"Nos lo temíamos. Cuando sale el sorteo, el grupo en el que estamos en cuadrada... miramos contra quién te puede tocar. Lo veníamos pensando hace tiempo. No nos sorprende, es un gran reto y lo afrontamos con ilusión".
¿Cuándo empezaste a tener tu primer contacto con el balón?
"Yo jugaba al baloncesto, tenía seis años, y de repente, empecé a jugar en el patio del colegio con mis compañeros de clase al fútbol. Y decidí apuntarme al equipo del pueblo con ellos".
¿Cómo se tomaban los niños que jugaras al fútbol con ellos?
"Entonces era, aunque no hace mucho tiempo, otra época porque ahora ha cambiado mucho. Se ve bien que las mujeres empiecen a jugar al fútbol. Antes era un poco machista todo. Ellos no me aceptaban, bien porque al tener una compañera de clase que les pudiera competir, que era mejor que ellos o igual, no lo aceptaban. Les decían esta chica lo pueden hacer igual que tú. No me aceptaban igual que a lo mejor ahora pueden aceptar una chica".
Cuando ya formaste parte de un equipo, ¿notaste diferencia respecto a jugar en la calle con ellos?
"Eran los mismo compañeros de clase. Los tenía en todos sitios. Me peleaba en todos sitios, en el colegio, en los entrenamientos, en los partidos... Fueron unas etapas muy buenas para mí porque aprendí mucho jugando con chicos, pero también recuerdo muchas peleas con ellos. Al final es un aprendizaje".
¿De ahí viene tu carácter?
"Yo creo que el carácter me viene de eso. De enfrentarme con los chicos. Al ser la única chica no tenía el apoyo de ningún compañero. Yo me enfrentaba al mundo sola. A partir de ahí me viene el carácter".
¿Cuándo decidiste realmente que querías dedicarte al fútbol?
"Yo jugaba en el Barça B, en el filial, y no miraba más allá. Tampoco entonces contaban mucho con la cantera, ahora comienzan a contar más. Cuando yo estaba en B, un día hablé con el Barça y me dijeron que tenía posibilidades de llegar al primer equipo y a partir de ahí me lo comencé a plantear. Tendría 16 ó 17 años.".
¿Cómo fue el cambio a jugar en un equipo femenino?
"Fue diferente porque venía de jugar con chicos y me incorporé a un equipo de chicas. Con ellas tenía más relación, hablaba más. Al final con los chicos estaba más sola, iba más a mi rollo. Con ellas fue diferente sobre todo la relación humana. En cuanto a juego y competir, eche en falta jugar con chicos porque había aprendido mucho a competir fuerte, que a lo mejor tienen los chicos y nosotras no. Al final me adapté rápido y sin ningún problema".
¿Tuviste que sacrificar muchas cosas?
"Toda futbolista ha tenido que renunciar a cosas en su vida. Antes salía mucho con los amigos y ahora no tengo tiempo ni para mí misma. Al final tienes que mirar si te merece la pena, pero a mí sí que me lo ha merecido. Aquí estoy jugando un Mundial absoluto".
Un o una futbolista que te inspire...
"Xavi Hernández, aunque esté retirado ya siempre lo digo, e Iniesta también".
¿Qué supuso para ti, futbolísticamente, la final de Budapest?
"Son aprendizajes, porque al final te enfrentas con las mejores jugadoras del mundo y ahora también. Para mí son los dos mejores equipos del mundo, uno a nivel de clubes y otro a nivel de selecciones. Es un aprendizaje jugar contra grandes jugadoras y seguro que nos va a servir para afrontar todo lo que viene".