Los banquillos se convierten en una caja de secretos que se desvela frente a las cámaras partido a partido, ya sea para destapar secretos, bromas, mosqueos o enfados entre compañeros.
Neymar, Messi o Iago Aspas han sido protagonistas en las últimas horas por sus bromas y enfados en los banquillos, lugar público donde en muchas ocasiones el comportamiento queda en lo cercano sin pensar en que millones de personas te están viendo.
Es el caso de Neymar y Messi, que en la derrota del Barcelona ante la Real Sociedad, empezaron el choque como suplentes, situación que aprovechó el brasileño para bromear con su colega argentino sobre comenzar el calentamiento para solucionar el partido.
Iago Aspas explotó en el banquillo sevillista en el último choque en casa ante el Celta, el equipo de su vida. En el calentamiento el gallego se veía con opciones de participar y cuando Emery eligió a Gameiro en su lugar, Aspas explotó ante Emery.
Ya estas últimas temporadas en la liga española hemos tenido situaciones bastante curiosas, como la critcada pasividad de Piqué en el banquillo blaugrana o la nula relación de Arbeloa con Casillas.
El lateral derecho ha mostrado su descontento con el capitán madridista cuando en muchas ocasiones, tras ser sustituido, saluda a todos los compañeros excepto a Iker, situación totalmente contraria al buen ambiente entre Pepe, Cristiano y Coentrao, que constamentente aparecen bromeando en el vestuario madridista.
Las excentricidades se multiplican con la euforia y el enfado, como le ocurrió a David Prieto al ser expulsado en el Martínez Valero, que de una patada rompió el vestuario del Elche.
A la hora de romper el banquillo aparece también Rijkaard que en un gol en contra del Barcelona ante la Real Sociedad, rompió de un manotazo el plástico lateral del banquillo de Anoeta.
La misma situación la repite el delantero italiano del Riolo Terme, que tras anotar celebra de un cabezazo el gol con el banquillo, una manera más que peculiar de disfrutar de la victoria.
La manta del Liverpool en Bulgaria y el momento extraño de Coutinho también fue muy comentado en redes sociales, al igual que los cafés de Bielsa en el Olympique de Marsella, situación ya constante en el banquillo del OM.
Guardiola siempre ha tenido momentos relacionados con botelas de agua en los banquillos, la más llamativa cuando en el Ramón Sánchez Pizjuán tiró una botella hacia atrás y golpeo a un guardia de seguridad.