A falta de una semana para que se cierre el mercado de invierno, los equipos buscan algún jugador que solvente las necesidades que pueda tener o que sirva de revolución tras una primera vuelta de juego.
A lo largo de la historia del torneo, muchos han sido los ejemplos de jugadores que han cambiado la dinámica de un equipo gracias a su llegada en invierno. Algunos de ellos llegaron para quedarse, gracias a su gran rendimiento, pero otros muchos se fueron al final de esa misma temporada. Pese a todo, muchos se las arreglaron para dejar una buena marca en sus clubes, y para asegurar objetivos largamente anhelados durante todo el año. Desde una salvación hasta la entrada en puestos europeos, los fichajes de invierno pueden suponer todo un revulsivo.
Quizás el mejor ejemplo de todo lo que un fichaje de invierno puede aportar a cualquier club, incluso a aquellos que aspiran a todo al inicio de la temporada, fue el de Edgar Davids, reconocido mediocentro holandés, que llegó al Fútbol Club Barcelona en mitad de la temporada 2003/2004. Por aquel entonces el nuevo proyecto de Frank Riijkard en el club culé no despegaba y el técnico holandés estaba en la cuerda floja. Hasta que llegó Davids. Dueño y señor del centro del campo, Davids entendió qué necesitaba el Barça. ¿El resultado? Una segunda vuelta espectacular que dejó al equipo segundo, por detrás del Valencia. Davids se marcharía al finalizar la temporada, pero él fue la primera piedra sobre la que comenzó a construirse el posterior éxito del Barça.
Marcelo llegó al Real Madrid sin demasiado cartel, pero que poco a poco se hizo con el puesto hasta convertirse en la actualidad en uno de los mejores laterales izquierdos del mundo. El brasileño venía además con la presión de ser el 'sustituto' de Roberto Carlos, y el Real Madrid tuvo paciencia con él tras un comienzo dubitativo que no le impidió asentarse y ser uno de los más queridos en la plantilla madridista. Un refuerzo de lujo para este mercado.
Diego Costa es hoy es uno de los mejores delanteros del mundo y uno de los máximos anotadores de la Premier League, además del delantero de la Selección Española, pero tres años atrás no tenía sitio en el Atlético de Madrid. Tras un primer año donde no logró afianzarse en el equipo titular y una lesión que le dejó apartado del equipo la temporada siguiente, el hispano-brasileño recaló en el mercado de invierno en el Rayo Vallecano. Allí se revelaría como un delantero total, inspiradísimo de cara a portería y como el primer boceto de lo que es hoy. Vistiendo los colores del Rayo en la temporada 2011/2012, Diego Costa marcó una decena de goles en apenas 16 partidos. Gracias a ello, el Rayo pudo asegurar la salvación y continuar un año más en la Liga BBVA. Diego Costa volvería al año siguiente al Atlético de Madrid, donde, de forma casi definitiva, se convertiría en hombre clave del equipo.