La expulsión de Fernando Torres frente al Barcelona ha suscitado una enorme polémica en torno a si era merecida o no. En cualquier caso, lo que está claro es que el delantero, como él mismo reconoció, hizo una entrada a destiempo que dejó a su equipo con diez futbolistas demasiado pronto.
Pero, para consuelo de Torres, hay otros futbolistas que lo hicieron aún peor, siendo expulsados cuando apenas se llevaban disputados los primeros compases de juego. Dejar a tus compañeros en desventaja numérica nunca es agradable pero, cuando se hace en la primera jugada, se convierte en algo imperdonable.
En el Glyfada griego nunca olvidarán el partido que les enfrentó en 2013 al Olympiacos Volou. Este choque, correspondiente a la segunda división helena, vivió una situación surrealista cuando, en el minuto 82 de partido, Djiheoua fue expulsado por una entrada a un jugador rival. Lo llamativo es que el de Costa de Marfil había entrado sustituyendo a un compañero apenas 9 segundos antes.
Otro que tuvo un infructuoso paso del banquillo al césped fue el australiano Zadkovich. Salió al campo a falta de media hora, y con su equipo ganando cómodamente en el marcador por dos goles de ventaja. Y eso es, precisamente, lo que hace que no se entienda la fea entrada por detrás que propinó a un jugador del equipo contrario, y que le valió para ser expulsado a los 6 segundos.
El defensor del Nagoya Grampus pasará a la historia, negativa eso sí, de su equipo como el futbolista expulsado más rápido en la historia del fútbol. Apenas 4 segundos tardó en ver la cartulina roja, aunque hay que decir que el atacante rival, Shimozu, puso de su parte dejándose caer de una forma que invita a poner en duda si la expulsión no fue demasiado rigurosa.