La selección de Islandia ha conseguido una de las grandes hazañas en la historia del fútbol internacional al vencer a Inglaterra por 2-1 y colarse en los cuartos de final de la Eurocopa de Francia 2016.
Con una población total de 331.000 personas según el último censo realizado, Islandia ha debutado con la mejor de las caras en una fase final de Euro. Después de eliminar a Holanda en la fase de clasificación, la isla del Atlántico norte llegaba con humildad a la Eurocopa de Francia, aunque consciente de que el grupo junto a Portugal, Austria y Hungría daba opciones de meterse en octavos, más aún cuando ser tercero podía valer.
Sin embargo, lo que pocos esperaban es finalizar invictos en la fase de grupos. En el primer partido protagonizaron una de las grandes sorpresas al empatar con Portugal después de un tanto de Bjarnason. Otra igualada en el siguiente partido ante Hungría con sabor amargo, ya que Saevarson se introdujo el balón en su propia portería a falta de cinco minutos para el final.
Mejor fue la despedida del grupo, con una histórica victoria por 2-1 ante Austria conseguida gracias a un tanto en el descuento de Traustason que volvió loco a un comentarista en su país. Al pasar como segunda de grupo esperaba Inglaterra en octavos de final, y ahí fue cuando Islandia dio una de las campanadas de la historia de las Eurocopas al lograr ganar por 2-1 y plantarse en unos cuartos en los que se medirá a Francia. Mientras llega el partido, Islandia seguirá soñando.
No fue la primera selección nórdica en llamar la atención de medio mundo por una gesta futbolística. Uno de los campeones de Eurocopa más sorprendente de todos los tiempos fue Dinamarca en la edición disputada en Suecia en 1992. La exclusión de Yugoslavia por la Guerra de los Balcanes permitió a los daneses jugar el torneo como invitado de última hora, cuando los futbolistas ya estaban de vacaciones.
Sin ningún tipo de presión, los daneses comenzaron con mal pie la primera fase, empatando a cero con Inglaterra y perdiendo con Suecia 1-0 en los dos primeros encuentros. No fue hasta el minuto 94 del tercer partido ante Francia cuando un gol de Elstrup metía contra todo pronóstico a Dinamarca en semifinales, donde esperaba la Holanda vigente campeona del torneo.
Schmeichel batió a Van Basten en el duelo psicológico de la tanda de penaltis y llevó a los daneses a una gran final en la que Alemania llegaba como campeona del mundo y gran favorita. Pero Dinamarca seguía con la inercia, y los tantos de Jensen y Vilfort llevaron al norte de Europa el único título internacional de su historia aun con la ausencia de su máxima estrella, Michael Laudrup.
Dos años después, en el Mundial de Estados Unidos 1994, Suecia dio la otra gran sorpresa de un país nórdico en un torneo internacional. No tenían un mal equipo los suecos, con Brolin, Dahlin, Kenneth Andersson y un joven Henrik Larsson, pero lo que nadie esperaba es que acabasen en el podio de la competición.
Finalizaron segundos la fase de grupos, por detrás de la todopoderosa Brasil de Romario y Bebeto a la que consiguieron sacarle un empate. Arabia Saudí no fue rival en octavos, mientras que en cuartos la tanda de penaltis coló a Suecia en semifinales venciendo a la Rumanía de Hagi que había eliminado previamente en octavos a Argentina.
Un solitario gol de Romario a falta de pocos minutos para el final dejó sin final a Suecia en el partido contra Brasil, evitando repetir el segundo puesto logrado en casa en el torneo de 1958. De todos modos, el 4-0 logrado en el partido por el bronce ante la Bulgaria del Balón de Oro ese año Hristo Stoichkov dejó un buen sabor de boca a los aficionados suecos con un tercer puesto con el que no contaba ni el más optimista.