Los 10 jugadores increpados por su propia afición

En partidos de máxima tensión es habitual ver a un jugador silbado por los aficionados del equipo rival. Sin entrar en descalificaciones ni insultos ofensivos, algunos jugadores han llegado a declarar que rinden más en un territorio hostil, aunque el problema viene cuando son tus propios aficionados los que te silban.

Más allá de partidos puntuales en los que dinámicas malas han llevado a la afición incluso a pitar a ídolos como Messi o Cristiano Ronaldo, hay jugadores que han tenido sus más y sus menos con su propia afición, ya sea por alguna declaración subida de tono o por gestos contrarios en el campo. El último ejemplo ha sido el interista Icardi, vilipendiado por sus propios 'tifosi'.
Estos son algunos de los jugadores que han tenido problemas con su propia afición durante los últimos años.

 

Uno de los enfrentamientos más de actualidad ha sido el de Piqué con parte de la afición española. Si jugando en el Barcelona apenas ha tenido polémicas con su afición, la situación cambia con la selección, y las críticas desde ciertos sectores que acusan al jugador de independentista hasta tal punto que después del último partido ante Albania, Gerard anunció que dejaría el combinado nacional después del Mundial de Rusia.
A pesar de que el central nunca se ha declarado a favor de la independencia de Cataluña, sus piques y 'vaciles' constantes al Real Madrid y su defensa de los aficionados sancionados por pitar el himno en la Copa del Rey le han colocado en el ojo del huracán de algunos aficionados que le han pitado durante partidos de la selección española.

 

Precisamente un ex capitán de la selección española como Iker Casillas también ha sufrido el desprecio de parte de su afición. Todo comenzó después de las acusaciones de Mourinho señalando un 'topo' en el vestuario madridista; alguien que filtraba información a la prensa. Desde algunos sectores se acusó a Casillas de malmeter contra sus compañeros debido a su relación con la periodista Sara Carbonero y su buena relación con la prensa.
Aun después de la marcha de Mourinho del Real Madrid, cada partido de Casillas en el Santiago Bernabéu se convertía en un referéndum de la grada hacia su capitán, dividida entre enemigos acérrimos y seguidores que vanagloriaban a su capitán y partícipe en varias de las gestas del Real Madrid reciente. El Bernabéu no permite la más mínima relajación, y si no que se lo pregunten a otras estrellas como Cristiano o Di María, también pitados en épocas pasadas.

 

La rivalidad entre los equipos también puede influir en los fichajes, ya que a los fans más acérrimos no suele gustarles que un jugador del eterno rival llegue a su equipo olvidando lo pasado. Uno de los últimos en sufrir una rivalidad ha sido Dani Güiza, abucheado e insultado en su presentación con el Cádiz por su pasado xerecista y algunas declaraciones del propio jugador metiéndose con el equipo gaditano.
El rendimiento en el campo suele hacer olvidar estos problemas, y buena cuenta de ello puede dar el veterano delantero, autor del gol del ascenso cadista la pasada temporada en el Rico Pérez. Reyes también fue otro en sufrir los pitos, en este caso del Vicente Calderón, después de pasar por Sevilla y Real Madrid antes de llegar a orillas del Manzanares. En su caso, también fue indultado a base de buen rendimiento.

 

Falta de rendimiento ha sido la excusa de una grada siempre difícil como la de Mestalla para silbar a su ahoracapitán Dani Parejo, durante varios tramos de su carrera en el equipo 'che'. La falta de intensidad del jugador de Coslada también ha contribuido en ocasiones a colocarle en el centro de las críticas de su afición.
Además, este pasado verano estuvo muy cerca de ser traspasado al Sevilla, uno de los rivales valencianistas. Una vez que el traspaso quedó en nada, a Parejo le tocó soportar la bronca del estadio entero en la presentación del equipo 2016/17 junto a otros castigados por su bajo rendimiento como Abdennour o Aderlan Santos.

 

También por su bajo rendimiento ha pitado la grada de Anoeta a Carlos Vela. La afición donostiarra no duda de la calidad del punta azteca, pero el hecho de que la saque a relucir con cuentagotas ha impedido una comunión total con el jugador, aunque esta temporada sea uno de los capitanes.
Episodios como el entrenamiento al que se ausentó después de acudir a un concierto de Chris Brown en Madrid o sus continuas amenazas de marcharse a la MLS también complican la relación de Vela con su hinchada. No es el único caso, ya que el jugador llegó a renunciar a la selección mexicana después de que en su país le criticaran del mismo modo que en San Sebastián.

 

Ni siquiera en un evento como en una Eurocopa los jugadores están libres de ser increpados por su afición. Le pasó al barcelonista Arda Turan, quien ofreció un rendimiento muy lejos de su nivel en los partidos que disputó en la cita gala ante Croacia y España, donde sufrió un abucheo tremendo por parte de los fans otomanos que se desplazaron.
Jugadores rivales como Iniesta tuvieron que salir al paso y defender a su compañero en el Barça después de la sonora pitada en Niza, en un partido en el que España goleó a Turquía. Una situación difícil de repetir, ya que Arda anunció después de la Euro que abandonaba la selección turca por "cuestión de principios", según el técnico Fatih Terim.

 

Si Arda había sido el ídolo de la afición turca, no era para menos la devoción por Llorente en San Mamés. Con Bielsa, el Athletic logró una de sus mejores temporadas de los últimos años, plantándose en las finales de Copa del Rey y Europa League, aunque Barcelona y Atlético acabaron con sus esperanzas. 
Esto provocó que media Europa se fijara en sus estrellas, como un Javi Martínez traspasado al Bayern por un montante millonario o un Llorente que terminaría yéndose gratis al término de la siguiente campaña a la Juventus. La no renovación le supuso el ostracismo de su afición y ser suplente toda la temporada, algo a lo que colaboraron también los goles de su sustituto, Aduriz.

 

Las críticas sientan mejor a unos jugadores que a otros, y si no que se lo digan a Diego Perotti. En la temporada 2013/14, después de algunos pitos por una mala racha, el jugador se quitó la camiseta y se encaró con los ultras después de anotar un gol al Friburgo.
El origen de esta polémica procedería de un incidente con un aficionado en la puerta del hotel donde se concentra habitualmente el equipo hispalense. A partir de ahí, el argentino se convirtió en el centro de la ira de los ultras, habituados a cantarle "¡Perotti vete ya!" Los demás aficionados se posicionaron con el jugador tras un tanto de falta directa también en la Europa League.

 

En el otro lado de la ciudad, los aficionados béticos también han tenido más de una disputa con un jugador, como es el caso del nigeriano Nosa Igiebor. El futbolista no llegó a cumplir las expectativas en ningún momento con su fichaje y además protagonizó uno de los sucesos extradeportivos más comentados de ese 2013.
Después de lograr la Copa de África con Nigeria, el jugador tardó un mes en volver a incorporarse a la disciplina bética alegando problemas burocráticos. Fue la gota que colmó el vaso para los béticos, que comenzaron a pitar aún más al jugador a su regreso. Circunstancias de la vida, el jugador africano anotó el gol del empate en el último minuto de un derbi sevillano, y no se le ocurrió otra celebración que hacer una peineta en la misma cara de los ultras.

 

El ejemplo más reciente, como ya comentamos al inicio, es el de Mauro Icardi. El siempre polémico delantero argentino comenzó su 'guerra' particular con los ultras interistas después de un partido en el que regaló la camiseta a un niño en un partido de los 'nerazzurri' fuera de casa. El enfado de la afición por la situación del equipo provocó que le devolvieran la camiseta de la grada y sirvió de desencadenante a una serie de capítulos de mal gusto.
Icardi, en su libro, se hizo el 'gallito' amenazando a los ultras del equipo, y estos le respondieron en el último partido en casa ante el Cagliari con una pancarta que reflejaba su visión sobre el jugador: "Utilizas a un niño para justificarte y echarnos mierda a la cara. No eres un hombre, no eres un capitán, eres una pobre mierda".